Inmigración arremete en sitios de trabajo para arrestar migrantes y acusar a empleadores en EEUU

Panaderías, sitios de construcción, negocios de techos, pisos y pinturas, entre otros, son el renovado blanco de las autoridades migratorias de Estados Unidos, que están apuntando a empresas que contratan inmigrantes a sabiendas de que no tienen permisos, para cumplir con la agenda de la Casa Blanca.
Los operativos de los agentes migratorios se han vuelto cada vez más comunes en los lugares de trabajo, incluso en pueblos tan pequeños como Los Fresnos (Texas), una zona al norte de Brownsville, de poco más de 8.000 habitantes, donde los dueños de una panadería latina, una pareja oriunda de México, fueron detenidos junto con ocho de sus empleados.
Los mexicanos, que son residentes permanentes, están acusados de contratar a sabiendas a personas que no contaban con permiso de trabajo.
También enfrentan cargos por supuestamente albergar a los inmigrantes. Durante el operativo, los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) allanaron una habitación, ubicada en el mismo edificio de la panadería, con seis camas, dos baños y sin cocina, donde presuntamente vivían los trabajadores. Las ventanas estaban cubiertas con cartón, según información citada por el periódico de Texas Tribune.
Los agentes de ICE también se han dejado ver muy a menudo en las obras de construcción. Un ejemplo son los once trabajadores detenidos en un proyecto de construcción en el puerto de Lake Charles (Luisiana) hace tres semanas. Según ICE los detenidos provenían de México, Nicaragua y Ecuador.
La semana pasada más de 50 agentes federales allanaron una empresa de techos en Bellingham, una pequeña ciudad de Washington, cercana a la frontera con Canadá, donde 37 personas fueron arrestadas. Testigos contaron al periódico Bellingham Herald que los agentes llegaron encapuchados y fuertemente armados.
En el otro extremo del país, ICE realizó un operativo el pasado 27 de marzo en una compañía de pinturas en El Cajón (California), una ciudad ubicada a unos 40 kilómetros al norte de la frontera entre EE.UU. y México.
La redada se saldó con el arresto de al menos 15 trabajadores, aproximadamente un tercio de la nómina, y una acusación contra el gerente general de la compañía por presuntamente contratar a trabajadores indocumentados y permitirles vivir dentro de una bodega de la empresa.
Casi simultáneamente, las autoridades migratorias y el FBI arrestaron al dueño de una empresa de pisos en Cartersville (Georgia) como parte de una extensa investigación sobre extranjeros que eran traídos al país y obligados a vivir y trabajar en condiciones inhumanas.
El FBI contrató a al menos 20 traductores para entrevistar a los trabajadores, según la cadena Fox.
ICE ha dicho que estos operativos se han centrado en reducir el empleo ilegal, responsabilizar a los empleadores y “proteger las oportunidades de empleo” para los ciudadanos estadounidenses.
El guatemalteco en el tejado
Pero no todos los operativos han terminado con el arresto de los trabajadores. Un inmigrante guatemalteco se ha convertido en el símbolo de la resistencia tras permanecer casi nueve horas en el techo de una casa en construcción en Alabama cuando los agentes llegaron al lugar.
En las imágenes tomadas por sus compañeros se ve al inmigrante sentado en la punta del techo de una casa y a los agentes tratando de convencerlo de que bajara para ser arrestado. Finalmente el guatemalteco pudo evadir su detención.
En Bellingham, los agentes de ICE tampoco pudieron detener a todos los trabajadores que buscaban, según contaron testigos.
Las detenciones han generado rechazo entre las comunidades. El arresto de la pareja de mexicanos en Los Fresnos causó revuelo y molestia entre algunos de los habitantes del pueblo de mayoría latina (90 %) y un bastión republicano.
El alcalde de Los Fresnos, Alejandro Flores, calificó de “frustrante” la visita de ICE al pueblo y dedicó sus oraciones a la pareja, que fue liberada tras pagar una fianza, mientras su caso se desarrolla en un tribunal federal.
Las protestas también se han dado en ciudades como El Cajón (California), donde la organización Latinos en Acción ha pedido cuentas al alcalde Bill Wells y los concejales Phil Ortiz y Steve Goble, todos republicanos.
“Seamos claros: la comunidad de El Cajón rechaza y denuncia rotundamente estas redadas antinmigrantes y antiobreras, y la intolerancia que representan. No hay excusa para este ataque racista contra los trabajadores”, dijo en un comunicado la organización.
Las críticas de los activistas se centran en resaltar el daño económico a las ciudades o localidades que albergan a las empresas, y a los inmigrantes que hacen parte de esas comunidades.