Salud

El yodo es fundamental para tener una vida saludable: conoce sus ventajas

Se cree que hasta un 40 % de la población mundial tiene diferentes grados de carencia de yodo. La deficiencia de yodo es la principal causa de daño cerebral espacialmente en neonatos, sin embargo, es completamente evitable. A nivel mundial, la deficiencia de yodo es la causa más común de hipertiroidismo, que es cuando la tiroides produce demasiadas hormonas y las libera en el cuerpo.

Los problemas de tiroides pueden dar lugar a afecciones tales como la aceleración del ritmo cardíaco, cambios del ciclo menstrual, arritmias, debilidad muscular, visión doble y una amplia gama de dolencias asociadas. Es crucial obtener suficiente yodo consumiendo alimentos que sean capaces de aportarnos la cantidad necesaria de la manera más natural. En personas que tienen problemas de alergias a los alimentos que aportan este importante elemento se les aconseja que tomen suplementos para complementar la dieta y mantener el equilibrio del organismo.

El bocio o hipertiroidismo es fruto de la carencia de Yodo y es una enfermedad que puede prevenirse, aunque a veces se da por un mal funcionamiento de la glándula tiroides que es incapaz de retener la cantidad adecuada de Yodo, aun cuando los alimentos se la proporcionen y el hipotiroidismo es la disfunción opuesta al bocio.

La falta de esta sustancia en las primeras etapas de vida (dentro y fuera del útero materno) puede provocar daño cerebral, retraso o capacidad mental reducida y enfermedades autoinmunes. Esta carencia en personas mayores aumenta el riesgo de padecer cáncer de tiroides y puede provocar diferentes grados de esterilidad.

Ventajas del Yodo

Mejora la cognición: Los niveles adecuados de este elemento no solo eliminan la posibilidad de padecer graves enfermedades, sino que intervienen en el desarrollo de las habilidades motoras finas y en la resolución de problemas visuales.

Protege de la radiación: Cuando las personas se exponen a altos niveles de radiación (yodo radiactivo que ni se ve ni se huele, pero se inhala) el primer consejo que se les da es que tomen pastillas de yodo. La tiroides se satura de este elemento y, por tanto, no absorbe el radiactivo, de esa forma esta no contamina el cuerpo y se elimina de forma natural con la orina.

Ayuda en la prevención del cáncer: El riesgo de desarrollar cáncer de tiroides se puede reducir consumiendo cantidades adecuadas de esta sustancia, logrando que esta glándula esté siempre llena de yodo “bueno”. Esto es especialmente importante en zonas donde hay peligro de radiación.

Elimina sustancias químicas tóxicas: Como se mencionó anteriormente, una cantidad suficiente de este elemento puede llegar a expulsar del cuerpo al yodo radiactivo, pero también puede ser fundamental a la hora de eliminar de manera natural otros elementos como el flúor, el mercurio, el plomo y otras toxinas.

Mejora el Metabolismo: Un bajo rendimiento de la tiroides puede conducir a un metabolismo lento, mientras que una tiroides saludable es esencial para que este proceso funcione correctamente. Obtener suficiente yodo ayuda a mantener la tiroides bajo control. Y un metabolismo más rápido y eficaz de los alimentos puede ayudar a perder peso y a llevar una vida saludable.

Aumenta la Energía: Al igual que con otras deficiencias de minerales, los niveles de energía de organismo pueden verse afectados en gran medida cuando una persona no está recibiendo suficiente yodo en su dieta. El consumo de la cantidad diaria recomendada puede ayudarles a sentirse más alerta y energizados.

La manera más común de ingerir esta sustancia para la mayoría de las personas es a través de la sal yodada, pero esta, a veces, puede no ser la mejor opción. Ya que el yodo añadido a las sales es sintético y no siempre es bien absorbido a nivel celular. Además de los peligros que de por sí conlleva el consumo de sal. En todo caso, las sales puras, tales como la sal cristalina del Himalaya, siguen siendo cloruro de sodio, pero contienen yodo natural e infinidad de otros minerales. Yodo: aprende a mantener tu buena salud.

Las algas marinas están llenas del yodo que han tomado y fijado del agua de mar y pueden ser una excelente fuente del micronutriente, que también encontraremos en la mayoría de los mariscos. Otros alimentos que lo aportan son los arándanos, las fresas, las judías blancas, las patatas, los productos lácteos orgánicos, los huevos y la carne de pavo. La cantidad diaria recomendada de yodo es de 150 mcg por día.

Como en todo, hay que tener precauciones de consumir las cantidades adecuadas y acudir al médico si notamos alguna disfunción en nuestro organismo. En caso de necesitar suplementos de este elemento, debe ser un facultativo quien nos los prescriba basándose en pruebas y/o analíticas que avalen su decisión.

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