Salud

Se incrementan casos de miopía en niños por el uso de pantallas

Las recomendaciones de los especialistas y de la Organización Mundial de la Salud son claras respecto al uso de las pantallas en los niños: cuando son pequeños, cuanto menos mejor, y después el uso ha de ser moderado y con descansos. Pero la realidad es que cada vez son más los niños que pasan horas y horas delante de alguna pantalla, y uno de los principales efectos que esto tiene es un empeoramiento de su salud visual. Cada vez son más habituales los problemas de visión a edades tempranas.

Las molestias relacionadas con la sequedad ocular y el mayor riesgo de miopía son las consecuencias más habituales, pero también la probabilidad de sufrir dolores de cabeza por fatiga ocular. «Estamos viendo cada vez más casos de niños que se quejan de síntomas de sequedad ocular o que presentan miopía, lo que viene favorecido por el uso de las pantallas, sobre todo en adolescentes», explica la doctora Ana Wert, oftalmóloga especializada en oftalmología infantil del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), del grupo Miranza.

Se apunta a que las causas de este aumento de los problemas oculares en niños y adolescentes son el mayor tiempo pasado en espacios cerrados en los que solo se utiliza la visión cercana y la falta de exposición solar, con el agravante de que en ese tiempo pasado en espacios cerrados el tiempo dedicado a las pantallas es cada vez mayor. Según datos de 2019 del Instituto Nacional de Estadística, en España el 86,5% de los niños de diez años utiliza internet en casa y el 22,1% tiene ya su propio teléfono móvil. El porcentaje de los niños que tienen móvil aumenta unos 20 puntos casi por cada año que pasa y llega al 95,7% a los 15 años.

Cuidar algunos hábitos a la hora de utilizar las pantallas, limitar el tiempo de exposición y fomentar las actividades al aire libre puede ayudar a prevenir o frenar algunos de estos problemas.

Cómo afectan las pantallas a los ojos en los niños

«Las pantallas están cambiando el uso para el que en principio están diseñados nuestros ojos, que es principalmente la visión de lejos», explica la doctora Wert. Nuestros ancestros se pasaban gran parte del día al aire libre, utilizando la visión de lejos, y solo en algunos momentos se ocupaban de tareas que requieren de una visión más próxima. Pero ahora hemos invertido esa relación: nos pasamos la mayor parte del día mirando de cerca y luego muy pocas horas mirando lejos –añade–. Eso está haciendo que nos estemos volviendo más cortos de vista».

Los estudios apuntan a que este cambio radical de hábitos para nuestros ojos está detrás del aumento de la miopía observado en todo el mundo, que además empieza a edades cada vez más tempranas.

Uso de pantallas y miopía

Según la OMS hacia el año 2050 la miopía afectará al 50% de la población. En España, según un estudio que analizó el avance de la miopía en niños de 5 a 7 años, la prevalencia en los niños avanzó del 16,8% en 2016 al 19,1% en 2017, antes del confinamiento. Los investigadores hallaron que cuanto mayor era el tiempo dedicado a actividades de interior y al uso del teléfono móvil, tablet o consolas, mayor era también la prevalencia de la miopía.

La relación entre el uso de la visión cercana y la miopía está cada vez más establecida. Según otro estudio publicado en Journal of Ophthalmology, por ejemplo, cada año adicional de escolarización se asocia en los niños a un aumento de la miopía en 0,18 dioptrías, y el riesgo de miopía en los niños es 2,6 veces mayor en los entornos urbanos que en los entornos rurales.

Más recientemente, en un metaanálisis publicado en The Lancet, los investigadores concluían que cada hora adicional de actividad de visión próxima aumenta en un 2% el riesgo de miopía y advertían sobre lo que eso implica respecto al uso de dispositivos inteligentes, que se suelen utilizar durante más tiempo y a distancias más cortas que otro tipo de soportes.

El problema se agrava en los niños pequeños. «En los niños, y más cuanto más pequeños, el uso de pantallas durante muchas horas interfiere en el desarrollo del ojo. En los adultos las pantallas provocan sobre todo sequedad ocular, pero en los niños además aumenta el riesgo de miopía y, cuanto más pequeños, mayor es la tendencia a la miopización», explica la doctora Wert.

Agencia

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