Cómo quitar puntos negros enterrados en casa
Seguro te ha pasado más de una vez: mientras te lavas la cara, descubres esos molestos puntos negros enterrados que parecen imposibles de eliminar. Es frustrante, lo sabemos. Y claro, las ganas de deshacerse de ellos de inmediato son inevitables. Por fortuna, hay soluciones efectivas para eliminarlos que puedes aplicar desde casa, sin dañar tu piel y sin recurrir a tratamientos costosos.
Aunque no siempre es posible prevenir la aparición de los comedones abiertos, mantener buenos hábitos de limpieza y utilizar cosméticos no comedogénicos puede hacer una gran diferencia. ¡Sigue leyendo y descubre los secretos para una piel más limpia y saludable!
¿Por qué se forman los puntos negros?
El acné es una condición de la piel que se presenta con la aparición de diversas protuberancias o granos. Estos pueden manifestarse como puntos negros, puntos blancos, espinillas o incluso quistes.
Los puntos negros son pequeñas protuberancias abiertas que se forman cuando los poros se obstruyen con una mezcla de sebo (aceite natural de la piel) y células muertas. Al quedar expuestos al aire, esta se oxida, lo que le da ese característico color oscuro. A diferencia de los puntos blancos, que están cubiertos por una fina capa de piel, los comedones permanecen abiertos, lo que facilita su oxidación. Por lo general, se encuentran en la parte central del rostro, la espalda, el pecho, el cuello, los brazos y los hombros.
Aunque son más comunes en adolescentes debido a los cambios hormonales, los puntos negros también afectan a los adultos. De hecho, la Clínica Cleveland estima que casi todas las personas experimentan puntos negros en algún momento de sus vidas. Si bien los jóvenes son los más propensos, entre el 10 % y el 20 % de los adultos también padecen este problema.
Otros factores que pueden contribuir a su aparición incluyen:
Higiene inadecuada.
Uso de productos de cuidado de la piel que obstruyen los poros.
La acumulación de la bacteria Propionibacterium acnes en la piel.
Tomar fármacos que contienen corticosteroides, testosterona y litio.
Irritación de los folículos pilosos cuando las células muertas de la piel no se desprenden con regularidad.
¿Cómo se enquistan los comedones abiertos?
Existen dos principales razones por las que los puntos negros pueden enquistarse. La primera es cuando el sebo y las células muertas se acumulan muy dentro del poro, lo que impide que el cuerpo los elimine de manera natural. La segunda ocurre cuando intentas extraer el punto negro de forma incorrecta o antes de que esté maduro, lo que puede empujar el contenido aún más dentro del poro.
Forzar la extracción con herramientas inadecuadas o las uñas no solo es ineficaz, sino que también puede causar inflamación, enrojecimiento e incluso dolor. En los casos más graves, estas prácticas pueden provocar cicatrices en la piel. Por esta razón, en última instancia, es aconsejable acudir al consultorio de un dermatólogo o a un centro estético para una limpieza profunda.
9 métodos caseros para quitar puntos negros enterrados
Aunque la paciencia es clave para eliminar un comedón abierto enterrado de forma segura, entendemos que prefieras probar opciones naturales o sin prescripción antes de acudir a un especialista. Si ese es tu caso, existen algunos métodos, como mascarillas caseras, que pueden ayudarte.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que si no notas una mejora, lo más recomendable es consultar con un dermatólogo. Ellos podrán recetar tratamientos específicos como cremas con peróxido de benzoilo, retinoides, ácido salicílico o antibióticos orales, que son efectivos para tratar este problema.
1. Aplica aceite de árbol de té
El aceite de árbol de té tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que lo convierte en una opción eficaz para tratar puntos negros enquistados. Para usarlo, aplica una pequeña cantidad de aceite en un algodón o hisopo y frótalo suavemente sobre la zona afectada.
Lo ideal es dejarlo actuar durante toda la noche para maximizar sus beneficios. Este aceite no solo ayuda a reducir la inflamación existente, sino que también previene futuras obstrucciones al detener la proliferación de bacterias en la piel.
2. Aplica una mezcla de cúrcuma y miel
La cúrcuma es un ingrediente fácil de encontrar y muy beneficioso para la piel, sobre todo en el tratamiento del acné y los puntos negros. Esto se debe a su contenido de curcumina y zingibereno, dos compuestos que ayudan a combatir la bacteria Propionibacterium acnes, mientras reducen la inflamación y mejoran la apariencia de los poros obstruidos. Además, la presencia de antioxidantes previene la aparición de cicatrices.
Por otro lado, aunque se requieren más estudios, se ha sugerido que la miel posee propiedades antimicrobianas, lo cual la convierte en un excelente aliado para combatir las bacterias que contribuyen a la formación de puntos negros y acné. Además, es un humectante natural, lo que significa que ayuda a mantener la piel hidratada, favoreciendo su elasticidad y cicatrización. Descubre, a continuación, cómo preparar una mezcla poderosa que, además de limpiar tu piel, la nutrirá y calmará.
¿Qué necesitas para esta mascarilla?
1 cucharada de miel
1 cucharadita de cúrcuma en polvo molida
Preparación y aplicación
En un cuenco de cristal, mezcla la cúrcuma con la miel hasta obtener una pasta homogénea.
Con el rostro o la espalda limpios, aplica una capa uniforme d02e la mezcla sobre las zonas afectadas por los puntos negros.
Deja actuar la mascarilla durante 15 minutos.
Retira con agua tibia y seca tu rostro con una toalla limpia.
Puedes aplicar esta mascarilla dos o tres veces por semana para obtener mejores resultados. Con el uso regular, notarás una piel más suave y saludable.
3. Prepara una mascarilla de carbón activado
El carbón activado es altamente valorado por sus propiedades purificantes y desintoxicantes. Este ingrediente tiene una estructura porosa que le permite absorber el exceso de grasa y suciedad acumulada en los poros, lo que contribuye a una piel más limpia.
Un estudio publicado en el Proceeding International Conference on Religion, Science and Education sugiere que una mascarilla elaborada a base de carbón activado podría ayudar a reducir la producción de sebo, lo que disminuye la probabilidad de obstrucción de los poros y la aparición de puntos negros.
¿Qué necesitas?
1 cucharadita de carbón activado en polvo
1 cucharada de gelatina sin sabor (opcional para crear una mascarilla de peel-off)
Agua o agua de rosas, lo suficiente para formar una pasta
Preparación y aplicación
En un cuenco pequeño, mezcla el carbón activado con la gelatina (si la usas) y añade agua o agua de rosas, poco a poco, hasta que consigas una pasta homogénea.
Aplica la mezcla sobre la piel limpia, concentrándote en las zonas con puntos negros, como la nariz o la espalda.
Deja que la mascarilla se seque durante unos 15-20 minutos.
Si usaste gelatina, retira la mascarilla tirando con suavidad desde los bordes. Si no, simplemente enjuaga con agua tibia.
Puedes aplicar esta mascarilla una o dos veces por semana para mantener la piel libre de impurezas.
4. Lava o exfolia tu rostro o espalda con productos que contengan ácido salicílico
Un ingrediente al que recurrir para eliminar los puntos negros es el ácido salicílico, un betahidroxiácido que aumenta la renovación celular y destapa los poros. Penetra— de manera profunda— en los orificios de la piel, disolviendo las células muertas y el exceso de grasa que causan las obstrucciones. Por consiguiente, ayuda a eliminar los puntos negros y blancos, y previene futuros brotes.
Al buscar productos en la farmacia, presta atención a las etiquetas de los ingredientes. Los productos con ácido salicílico suelen tener concentraciones que varían entre el 0,5 % y el 5 %. Si tienes la piel sensible, es recomendable comenzar con aplicaciones cada dos días para evaluar cómo reacciona tu piel y evitar irritaciones. Aunque es eficaz, puede tardar hasta seis semanas en mostrar resultados visibles, por lo que es importante ser constante en su uso.
Puedes encontrar este ingrediente en limpiadores, exfoliantes y lociones, todos disponibles sin receta médica.
Descubre: Los 8 pasos para hacerte una limpieza facial profunda en casa
5. Prepara una mascarilla de miel y canela
La miel es conocida por sus propiedades antimicrobianas y calmantes, lo que la convierte en un excelente aliado en el tratamiento de los puntos negros. Cuando se combina con la canela, se potencia su efecto, ya que esta especia también tiene propiedades antibacterianas. Juntas, no solo ayudan a evitar la obstrucción de los poros, sino que también reducen la inflamación, el enrojecimiento y las molestias asociadas con los problemas de la piel.
¿Qué necesitas?
2 cucharadas de miel
1 cucharadita de canela en polvo
Preparación y aplicación
Mezcla una cucharada de miel con una cucharadita de canela en polvo hasta obtener una pasta homogénea.
Aplica la mezcla sobre las zonas afectadas por los puntos negros, como la nariz o la espalda.
Deja actuar la mascarilla durante 10-15 minutos.
Enjuaga con agua tibia y seca tu rostro o espalda con una toalla limpia.
Puedes utilizar esta mascarilla de dos a tres veces por semana hasta que desaparezcan los puntos negros.
6. Exfolia tu rostro o espalda con sal marina
La sal marina, gracias a su textura granulada, es ideal para eliminar las impurezas sin ser demasiado agresiva para la piel. Incluir la exfoliación en tu rutina de cuidado es esencial, ya que elimina las células muertas que se acumulan en la superficie, promueve la renovación celular y devuelve suavidad y luminosidad a la piel. Además, previene la obstrucción de los poros. A continuación, te explicamos el paso a paso para preparar y aplicar este exfoliante natural.
¿Qué necesitas?
1 cucharada de sal marina
1 cucharada de aceite de coco o aceite de oliva
Preparación y aplicación
Mezcla la sal marina con el aceite de coco o aceite de oliva para formar una pasta.
Aplica la mezcla sobre el rostro y la espalda limpios, masajeando con suavidad en movimientos circulares.
Evita presionar demasiado para no irritar la piel. Exfolia durante uno o dos minutos.
Enjuaga con agua tibia y sécate con una toalla limpia, evitando frotar.
Aplica tu crema hidratante habitual para mantener la piel suave.
Este tratamiento puede aplicarse una o dos veces por semana.
7. Aplica claras de huevo en el área afectada
La clara de huevo es conocida por sus propiedades antibacterianas y su capacidad para tratar afecciones cutáneas como el acné. De acuerdo con un estudio publicado en Heliyon, los péptidos y el hidrolizado de clara de huevo muestran resultados prometedores en el tratamiento de infecciones de la piel, como el acné. Además, la clara de huevo actúa como un remedio casero que ayuda a eliminar los puntos negros más difíciles.
¿Qué necesitas?
La clara de 1 huevo
Preparación y aplicación
Separa la clara del huevo, asegurándote de no dejar ningún rastro de yema en la mezcla.
Con un algodón o una toalla limpia, aplica la clara sobre el área afectada mediante ligeros toques.
Deja que la clara se seque completamente antes de aplicar una nueva capa. Repite este proceso hasta cinco veces, asegurándote de que cada capa se seque antes de añadir la siguiente.
Una vez aplicadas todas las capas, enjuaga tu rostro con agua tibia y seca suavemente con una toalla, evitando frotar la piel.
Finaliza aplicando tu crema hidratante habitual para mantener la piel suave e hidratada.
Este método también es útil para tratar puntos negros profundos en la espalda, ya que no requiere aplicar presión para extraerlos.
8. Aplica té de hojas de Neem sobre el rostro o la espalda
Las hojas de Neem son conocidas por sus poderosas propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que las convierte en un excelente remedio natural para combatir los brotes de acné y eliminar impurezas de la piel. Según una investigación publicada en el World Journal of Pharmaceutical Research, es eficaz para tratar la piel propensa al acné, ayudando a eliminar puntos negros y puntos blancos cuando se utiliza con regularidad. Además, su acción exfoliante natural reduce la apariencia de los poros dilatados, promoviendo una piel más limpia y uniforme.
¿Qué necesitas?
Agua
Un puñado de hojas de Neem frescas o secas
Preparación y aplicación
Hierve las hojas de Neem en una taza de agua durante unos 10 minutos.
Deja que el té se enfríe por completo antes de usarlo.
Con un algodón, aplica el té sobre el rostro o la espalda.
Deja que la piel absorba el té y no lo enjuagues. Repite este proceso una vez al día.
El uso regular del té de hojas de Neem puede hacer maravillas en la piel, manteniéndola más clara, suave y libre de imperfecciones.
9. Apela por una extracción manual usando vapor facial
Al exponer tu piel al vapor, el calor y la humedad dilatan los poros, suavizando las impurezas y permitiendo que el exceso de sebo y las células muertas se eliminen con mayor facilidad. Para realizar este proceso de manera correcta, sigue estos pasos:
Llena un recipiente grande con agua caliente, asegurándote de que esté a una temperatura que genere suficiente vapor, pero sin llegar a quemarte.
Coloca una toalla sobre tu cabeza para concentrar el vapor en tu rostro y evitar que se escape. Asegúrate de mantener tu rostro a una distancia segura del agua para evitar quemaduras.
Mantén tu rostro sobre el vapor entre cinco y 10 minutos, no más.
Una vez que los poros estén abiertos, envuelve tus dedos con un papel tisú y realiza las extracciones con suavidad. Presiona ligeramente sobre los puntos negros, evitando aplicar demasiada fuerza para no dañar la piel. Recuerda desinfectar tus manos antes de comenzar para reducir el riesgo de infecciones.
Después de las extracciones, enjuaga tu rostro con agua fría para cerrar los poros, y aplica un tónico o crema hidratante para calmar la piel.
¿Cómo evitar lesiones luego de las extracciones?
Uno de los mayores temores al quitar un punto negro enquistado es que quede un hueco visible en la piel. Si bien es posible minimizar este riesgo, es fundamental seguir ciertas pautas para evitar lesiones y complicaciones que puedan resultar en marcas permanentes o infecciones. Aquí hay algunos consejos clave para cuidar la piel después de una extracción:
No fuerces la extracción
Si el punto negro no sale con facilidad, es crucial no aplicar demasiada fuerza. La presión excesiva puede dañar las capas internas de la piel, provocar inflamación o incluso agravar el problema, lo que aumenta las probabilidades de que se forme una cicatriz o un hoyuelo. En casos donde el comedón está enquistado, lo más recomendable es acudir a un profesional.
Una cosmetóloga capacitada o un dermatólogo puede realizar una limpieza facial profunda utilizando herramientas específicas como un extractor de comedones, que aplica presión uniforme y controlada para eliminar el punto negro sin dañar la piel circundante.
Aplica un antiinflamatorio
Después de la extracción, la piel puede quedar sensible y propensa a la inflamación. Un remedio casero muy utilizado es el hamamelis, conocido por sus propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y calmantes. Este tónico natural puede aplicarse con un algodón limpio en la zona afectada, ayudando a reducir la hinchazón y acelerar el proceso de recuperación. Otros productos tópicos, como el Aloe vera o cremas que contengan ingredientes antiinflamatorios como el ácido salicílico o el peróxido de benzoilo, también pueden ser útiles para desinfectar el área y prevenir infecciones.
Hidrata la piel
Mantener la piel hidratada es esencial para favorecer una buena cicatrización y evitar que se forme una cicatriz permanente en el lugar del punto negro. Opta por productos no comedogénicos (aquellos que no obstruyen los poros) para mantener la piel nutrida y protegida. Ingredientes como el ácido hialurónico o la glicerina son excelentes opciones, ya que ayudan a retener la humedad en la piel sin aumentar la producción de sebo. La hidratación constante también previene que la piel se reseque y se endurezca, lo que puede propiciar la aparición de nuevas imperfecciones o dificultar la cicatrización.
Protege la zona del sol
Es importante no olvidar que la exposición solar puede agravar cualquier tipo de lesión en la piel, incluida la causada por la extracción de puntos negros. Los rayos ultravioleta pueden aumentar la inflamación y provocar la hiperpigmentación de la zona afectada, dejando manchas oscuras que son difíciles de eliminar. Aplicar un protector solar con un factor de protección alto (SPF 50 o superior) ayudará a prevenir estos efectos adversos y a mantener una piel uniforme.
Consejos para evitar la reaparición de puntos negros
¿La mejor defensa contra los puntos negros? La prevención. Aquí tienes algunos consejos que puedes hacer para limitar su aparición y gozar de una piel libre de impurezas:
Lava tu rostro dos veces al día: usa un limpiador suave que no reseque la piel. Si tienes piel grasa, opta por limpiadores que contengan ácido salicílico para mantener los poros libres de impurezas.
Usa productos no comedogénicos: si quieres acabar con los molestos puntos negros, presta atención a los productos que aplicas en tu rostro. El maquillaje y el skincare no comedogénico están diseñados para no obstruir los poros. En este contexto, es importante que evites el uso de productos grasos y pesados. Una buena regla general es que cuanto más fino sea el producto, mejor.
Hidrata de manera adecuada: incluso si tienes piel grasa, es crucial usar una crema hidratante ligera. Mantener la piel bien hidratada evita que las glándulas sebáceas produzcan más aceite del necesario.
Exfolia con regularidad: este paso en tu rutina de skincare te ayudará a eliminar las células muertas que pueden contribuir a la obstrucción de los poros.
Evita tocar tu cara: nuestras manos están llenas de bacterias y grasa, y cada vez que te tocas o te hurgas la piel, las estás transfiriendo a la cara. Esto puede provocar una mayor inflamación; además puede provocar cicatrices permanentes. Sabemos que es difícil, pero intenta resistirte.
No dudes en consultar a un dermatólogo
Si bien los métodos caseros mencionados son efectivos para tratar y prevenir puntos negros, es importante recordar que algunos puntos negros enquistados pueden ser más resistentes y difíciles de eliminar en casa. En estos casos, lo más recomendable es acudir a un dermatólogo o cosmetóloga para recibir tratamientos más especializados. Procedimientos como los peelings químicos y la microdermoabrasión son opciones que pueden ayudar a limpiar la piel a profundidad y mejorar su texturas.
No dudes en buscar ayuda profesional si los remedios caseros no funcionan, ya que contar con la orientación de un experto es clave para mantener tu piel saludable y evitar daños a largo plazo.
Con información de Mejor con Salud