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Abusos sexuales y refugios: La dura infancia de Traci Lords, la princesa del porno

La industria pornográfica de la década del 80 en Estados Unidos era una picadora de carne capaz de fagocitarse cuerpos e historias sin escrúpulos. Era la trampa del ratón con el queso fácil, siempre lista para dar el zarpazo letal. A Traci Lords la vida ya le había plantado pruebas más difíciles en un puñado de años y fue más astuta que los productores más repugnantes del cine para adultos.

Lords engañó a la industria, logró obtener los derechos de la única película triple equis que quedó en el mercado y pudo dar el salto del oscuro mundo del porno al cine “convencional”. Para los medios, “limpió” su imagen; con los años se habló de “resiliencia”, esa palabra tan de moda en este presente pandémico, pero para la actriz de 52 años “todo es mucho más natural de lo que la gente se piensa”. Lo cierto es que fue una víctima.

Después del porno, Lords hizo un poco de todo: estudió actuación; cantó, se convirtió en DJ y editó tres discos; se involucró con el diseño de indumentaria; publicó una autobiografía; se casó tres veces y tuvo un hijo. En la actualidad produce y también actúa. “No importa de qué estrato social provengan, o qué tipo de trabajo tengan: a las mujeres siempre se nos está juzgando por nuestra sexualidad. Si te tomas en serio cuando te dicen: ‘Tú no puedes evolucionar porque estuviste en el porno’, están condicionando tu vida, y eso no debe ser así. No hay que hacer caso, sólo mirar adelante”, reflexiona.

Una niña en problemas

Traci Lords fue bautizada por sus padres con el nombre de Nora Louise Kuzma. Nació el 7 de mayo de 1968 en Steubenville, Ohio, donde vivió una infancia difícil. Según su autobiografía “Underneath it All” cuando era niña pensaba que su padre odiaba a las mujeres, y especialmente a las de su familia.

Su padre era alcohólico y ejercía violencia doméstica con la mamá de Nora, que tenía tres hermanas. Las cuatro hijas del matrimonio, además, se desarrollaron físicamente a temprana edad y según Lords su papá las hacía sentir culpables.

Sus padres se divorciaron y las cuatro niñas fueron con su madre a vivir a la casa de su abuela. Pero eso no fue lo peor que le pasó a Nora. En su libro describe como uno de los momentos más difíciles de su historia cuando a los 10 años fue violada por un varón varios años mayor.

Para ese momento, su mamá comenzó una nueva relación con un hombre llamado Roger Hayes. Tampoco la pasó bien con su padrastroquien abusaba de ella: la manoseaba mientras dormía. De todas formas, Nora acudió a la pareja de la madre cuando quedó embarazada a los 15 años tras una relación con un chico de su edad. Ella quería practicarse un aborto sin que su mamá se enterara y aparentemente Hayes la ayudó.

Al mismo tiempo, la adolescente Lords quiso empezar a cambiar su destino y por recomendación de la pareja de su madre comenzó a trabajar como niñera. Le presentó a una amiga que le ofreció trabajo y le recomendó que sacara una licencia de conducir falsa para que pudiera mejorar sus oportunidades para conseguir empleo. La mujer le facilitó un acta de nacimiento y Nora tramitó sus documentos con su nueva identidad: ahora se llamaba Kristie Elisabeth Nussman y tenía 20 años.

La princesa del porno

Traci Lords en su última película porno, dos días después de cumplir 18.

Traci Lords en su última película porno, dos días después de cumplir 18.

La relación de su madre con Hayes no prosperó y las cinco se tuvieron que mudar a un refugio para mujeres. Nora, ahora Kristie, no lo soportó. Había desarrollado una actitud rebelde: era una sobreviviente. Necesitaba dinero para salir del pozo y lo necesitaba ya.

Con sus documentos falsos se presentó a castings y entrevistas. Y rápidamente su cuerpo fue carnada para una industria dispuesta a tragarse y vomitar a cualquiera. Primero posó sin ropa para las revistas para adultos Penthouse, Juggs, Velvet y ClubEl traspaso al cine pornográfico se dio como una consecuencia lógica: la niña, la adolescente, la mujer ahora se probaba la máscara de Traci Lords.

Bajo su nuevo seudónimo, comenzó a actuar en películas eróticas con Tom Byron, uno de los actores más famosos de la época. Primero en papeles secundarios, pero rápidamente se ganó a los directores y al público.

Lo único problemático con todo aquello era que cuando hice algunas películas yo era todavía una niña, y había gente mayor que yo que se estaba aprovechando de mí y me manipulaba. Ése es el problema, y no el erotismo. La sexualidad es una cosa fabulosa y maravillosa, no es nada que tenga que estar mal visto ni abordarse desde la mojigatería. El problema con Traci Lords estaba en esa gente que se excitaba viendo a una menor de edad, dijo años más tarde.

Traci Lords tenía 16 años, ganaba 1000 dólares al día y era una celebridad dentro del porno. Cuando participó en el video clip del tema “Gimme gimme good loving” de la banda de hard rock Helix rompió las fronteras. Ya no solo era conocida por quienes consumían cine para adultos.

A pesar de que su carrera en la industria pornográfica duró apenas tres años, Traci Lords participó en casi 100 películas. Y hasta hubo una brecha en el medio, en un momento en el que había decidido dejar todo, pero el productor y su pareja de aquel momento, Stuart Dell, la convenció para seguir. Nora, Kristie, Traci tenía 17 años, pero nadie lo sabía.

Agencia

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