Bolsonaro, ingresado en una clínica de EEUU
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha sido ingresado este lunes en una clínica de Orlando (Florida) con fuertes dolores abdominales, según ha avanzado el diario brasileño O Globo sin citar fuentes y ha confirmado su mujer, Michelle Bolsonaro, a la agencia AFP. Según dicha información, Bolsonaro se encuentra en el hospital AdventHealth. Se desconoce el estado del expresidente de ultraderecha brasileño. No es la primera vez que Bolsonaro es ingresado por dolores abdominales. Desde el ataque con cuchillo que sufrió durante un mitin de campaña en 2018, sus entradas en el hospital han sido recurrentes. Las dos últimas fueron en enero y marzo del año pasado, siempre por el mismo problema.
Este mismo lunes, antes de su ingreso hospitalario, Bolsonaro ha estado publicando en su cuenta de Twitter una retahíla de los supuestos logros de su presidencia. Esa misma red social fue la vía por la que Bolsonaro lanzó este domingo una tibia condena del asalto a los poderes del Estado en Brasilia más de cinco horas después de que comenzase y cuando las autoridades habían retomado ya el control de la situación.
Bolsonaro viajó a Orlando
Bolsonaro viajó a Orlando (Florida) el pasado 30 de diciembre. Con el viaje a Estados Unidos en los últimos días de su presidencia, Bolsonaro evitaba el trago de imponer la banda presidencial y hacer el traspaso solemne del poder a su sucesor y rival, Luiz Inácio Lula da Silva. Bolsonaro está sujeto a varias investigaciones sobre su gestión, por lo que se ha especulado con que su salida del país busque esquivarlas.
Llegó al aeropuerto Signature Flight Support de Orlando a bordo del avión presidencial y fue trasladado, escoltado por su servicio de seguridad, a una mansión del exluchador de artes marciales mixtas brasileño José Aldo da Silva, en la que se ha estado alojando. En esta última semana se han difundido imágenes del exmandatario saludando a sus seguidores y también una fotografía suya comiendo pollo frito en un restaurante de KFC en Orlando.
Tibia condena
Este domingo, en su tibia condena al asalto del Congreso, el Tribunal Supremo y la presidencia efectuado por sus seguidores, señaló: “Las manifestaciones pacíficas, conforme a la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”, en referencia a las protestas populares en la recta final del Gobierno de Dilma Rousseff y tras su destitución, cuando algunos manifestantes se pasearon por el tejado del Congreso.
“A lo largo de mi mandato, siempre he estado dentro de las cuatro líneas de la Constitución, respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y nuestra sagrada libertad”, escribió el domingo en un segundo tuit. “Además, repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuye el actual jefe del poder ejecutivo de Brasil”, concluyó en un tercero, con el que salía al paso de las palabras del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que le había responsabilizado del asalto.