Cantante murió luego de sesión de masajes en Tailandia
La cantante de folk tailandesa Chayada Prao-hom, de 20 años, murió el 8 de diciembre por complicaciones derivadas de los masajes de cuello que recibía en un salón de Udon Thani. Sufrió una parálisis progresiva después de varias sesiones que incluían técnicas de torsión del cuello.
Una investigación reveló que varias masajistas del salón no tenían licencia, lo que suscitó preocupaciones sobre prácticas indebidas. Las autoridades están investigando el cumplimiento de las normas por parte del salón.
Chayada, que había estado informando a sus seguidores sobre su salud en Facebook desde mediados de octubre, había ido al salón para recibir masajes para aliviar el dolor de hombro, pero los tratamientos le habían causado problemas de salud graves y fatales.
Chayada visitó el salón por primera vez a principios de octubre, donde una masajista realizó técnicas de torsión de cuello durante su sesión. A los dos días de la primera sesión, comenzó a sentir dolor en la nuca. Después de una segunda sesión, su condición empeoró y experimentó un dolor intenso y rigidez en todo el cuerpo. En dos semanas, se encontró postrada en cama, incapaz de moverse debido a la intensificación de los síntomas.
A pesar de sus antecedentes (su madre es masajista y Chayada había estudiado masaje tailandés), no sospechó nada grave de los masajes y atribuyó las molestias a los efectos secundarios normales posteriores al masaje. Después de la tercera visita el 6 de noviembre, en la que una masajista diferente aplicó una presión intensa durante la sesión, Chayada experimentó una hinchazón grave, hematomas y un hormigueo persistente en los dedos. Los síntomas continuaron empeorando, extendiéndose al torso y provocando entumecimiento en el brazo derecho. A mediados de noviembre, más del 50% de su cuerpo se había paralizado y estaba postrada en cama.
El 18 de noviembre, su condición empeoró hasta que quedó completamente inmóvil.
Chayada estaba sopesando si emprender acciones judiciales contra el salón de masajes, pero no tenía pruebas. Lamentablemente, la salud de la paciente continuó deteriorándose hasta que falleció en la UCI el 8 de diciembre por complicaciones de una infección sanguínea e infamación cerebral.
Tras su muerte, la Oficina Provincial de Salud Pública de Udon Thani inspeccionó el salón de masajes donde había recibido tratamiento. De las siete masajistas del salón, sólo dos tenían licencia y las demás estaban siendo investigadas. El director del salón afirmó que las masajistas con licencia están capacitadas para evitar las peligrosas técnicas de torsión del cuello, que entrañan graves riesgos. Sin embargo, el director no pudo confirmar si Chayada se había sometido a dicho tratamiento y se disculpó por el incidente. Los expertos dijeron que la torsión del cuello podría causar daños a las arterias que suministran sangre al cerebro. Esto podría provocar un derrame cerebral que causa debilidad muscular y parálisis. Las autoridades están llevando a cabo una investigación sobre el cumplimiento de las normas sanitarias por parte del salón y verificando las cualificaciones de su personal.
