Chile adelanta su política resguardo de la frontera ante ola de migrantes venezolanos

Chile reforzará la vigilancia en la frontera con Bolivia, por donde cada día ingresan cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos, en medio de una tensión entre Caracas y Santiago ante las denuncias por malos tratos a los migrantes procedentes de Venezuela.
“Vamos a aumentar el resguardo en la frontera, vamos a aumentar los puntos de control y de observación en la frontera. Para eso estamos trasladando a la frontera, sobre todo al sector de Colchane, un campamento nuevo que va a poder alojar a algo así como 50 efectivos policiales”, dijo a la prensa el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
Por Colchane, un pueblo de 1.600 habitantes situado a 3.650 metros sobre el nivel del mar, ingresan cada día cientos de migrantes que cruzan la cordillera de los Andes desde Bolivia y el desierto de Atacama para llegar a ciudades chilenas.
“El Ejército también está enviando más efectivos para poder aumentar y duplicar los puntos de control en esa zona”, indicó Delgado, quien admitió que el país tiene “una crisis de ingreso clandestino” en el norte.
El ministro precisó que además de Colchane, la crisis también alcanza a las ciudades mineras de Antofagasta e Iquique. Esta última fue el sábado escenario de una protesta violenta contra los migrantes irregulares. Un grupo manifestantes quemó pertenencias de los migrantes, en su mayoría venezolanos, que acampaban, desde hace un año, en una céntrica plaza de la ciudad de Iquique, al norte de Chile
Tras esta protesta, la ONU expresó su “preocupación por la violencia y xenofobia” hacia inmigrantes en Chile, en tanto el presidente Sebastián Piñera condenó los hechos y prometió que no quedarían impunes, pero no ha dicho que acciones tomará al respecto.
La semana pasada, el ministro Delgado advirtió que el gobierno seguirá adelante “con el plan de expulsiones” de migrantes indocumentados y que desalojaría cualquier lugar público que ocupen ilegalmente.
Entre tanto, los discursos de odio provenientes de funcionarios del gobierno conservador, se siguen produciendo cada día, incentivando el crecimiento de la xenofobia en el país andino.
El ministro del Interior dijo que será abierto un “Centro de Estadía Sanitaria Transitoria modular para poder atender a quienes han cruzado la frontera”.
Los migrantes que entren en el centro deberán cumplir cuarentenas preventivas de cinco días por la pandemia, igual que los viajeros que ingresan legalmente al país.
Este flujo constante de personas y el embudo que encuentran a su llegada, debido a las restricciones sanitarias y de política migratoria, ha generado desencuentros entre las autoridades regionales y nacionales por una solución y algunos actos de violencia de poblaciones locales contra los migrantes.
Doce venezolanos muertos
Alrededor de 12 migrantes de origen venezolano han fallecido este año en la ruta de la cordillera tratando de llegar a Chile, de acuerdo con una denuncia del gobernador de la Región de Tarapacá, José Miguel Carvajal, quien responsabilizó al presidente Sebastián Piñera.
En entrevista con varios medios de comunicación, el mandatario de Tarapacá, región ubicada en el extremo norte de Chile, recordó que en 2019, Piñera, en una visita a la ciudad colombiana de Cúcuta, invitó a los venezolanos a ingresar a este país andino.
Carvajal, asimismo, denunció que el Gobierno de Piñeira no ha atendido la emergencia migratoria.
“La violencia, la xenofobia, y los discursos de odio, se deben detener desde el primer minuto, junto a colegas de Arica y Antofagasta alertamos al país desde el norte!”, aseveró el gobernador en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
El pasado 24 de septiembre, agentes de la militarizada policía de Carabineros desalojaron de manera violenta a decenas de migrantes venezolanos que acampaban en una plaza de la ciudad de Iquique, ubicada dentro de la Región de Tarapacá.
Un día después, el 25 de septiembre, decenas de chilenos xenófobos de Iquique realizaron una manifestación con consignas anti-inmigrantes hacia un campamento de venezolanos, a quienes persiguieron y después quemaron sus pertenencias.
La promesa de los pinochetistas
El candidato presidencial ultraderechista José Antonio Kast visitó este miércoles Iquique y Colchane, donde fustigó al actual gobierno derechista y al anterior de la socialista Michelle Bachelet por esta “crisis humanitaria” que él promete resolver de raíz.
“La irresponsabilidad y la ineficiencia de los distintos gobiernos han generado esta crisis humanitaria que nosotros tenemos que enfrentar y resolver”, dijo Kast en un video que publicó en redes sociales.
Kast, quien no oculta su admiración por el exdictador Augusto Pinochet (cuyo periodo se dio entre 1973 y 1990), figura tercero (con 13%) en las preferencias para las elecciones del 21 de noviembre, detrás del izquierdista Gabriel Boric (26%) y de Sebastián Sichel (17%), de la derecha oficialista.
Kast desplazó al cuarto lugar de las preferencias a la senadora Yasna Provoste, de la debilitada concertación de centroizquierda que dominaba la política chilena desde 1990.
Un día antes de la protesta, la policía había desalojado a centenares de migrantes venezolanos que acampaban desde hacía un año en una plaza de Iquique.
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