Internacionales

China despliega una “diplomacia de la vacuna” para hacer olvidar el virus

Cumpliendo con la promesa del presidente Xi Jinping de “un bien público mundial”, China comenzó a distribuir sus vacunas en todos los rincones del planeta, tratando de lavar su imagen un año después de la aparición del nuevo coronavirus en su territorio.

En contraste con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que firmó el martes un decreto para dar prioridad a la entrega de vacunas a Estados Unidos, el presidente chino se erige como proveedor de antídotos en los países pobres.

Si bien ninguna vacuna china ha sido aún aprobada oficialmente, ni siquiera por China, Pekín multiplica los contratos de suministro e incluso ha comenzado a construir sitios de producción en el extranjero, en un momento en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) inicia su investigación sobre el origen del virus.

“No hay duda de que China está practicando la diplomacia de la vacuna para restaurar su imagen”, observa Huang Yanzhong, especialista en cuestiones de salud pública en el Council on Foreign Relations, un centro de reflexión estadounidense.

Rebajar la tensión

“Es también una forma de incrementar su influencia y rebajar las tensiones geopolíticas”, estima.

La diplomacia china firmó acuerdos para la entrega de vacunas en Filipinas y en Malasia, dos países con los que está en conflicto por cuestiones de soberanía en el mar de la China Meridional. 

También prometió un acceso prioritario a los países del Mekong (Birmania, Laos, Camboya, Tailandia, Vietnam), tras las críticas de que sus presas están provocando sequías en el sudeste asiático.

Por el contrario, el gran rival estadounidense apenas se ha comprometido a repartir sus vacunas al resto del globo, pese a los avances de sus laboratorios como Pfizer, Johnson & Johnson o Moderna. 

Washington es además un gran ausente del Covax, un mecanismo internacional de suministro de vacunas contra el covid-19 en los países en desarrollo, lanzado bajo la égida de la OMS. Pekín se adhirió en octubre. 

El Covax cubrirá las necesidad de solo el 20% de la población de los países en desarrollo de aquí a finales de 2021, mientras que los países ricos podrían hacerse con el 50% de la producción mundial, según un estudio del Global Health Innovation Centre de la Universidad de Duke, en Estados Unidos.

China aspira a una capacidad de producción de mil millones de vacunas el año que viene y puede permitirse compartir sus existencias, ya que la epidemia está prácticamente contenida en su territorio.

“Rutas de la seda de la salud”

Además las consideraciones económicas no están ausentes. Aunque China dominara solo el 15% del mercado de las vacunas en los países pobres, esto le supondría unas ventas de 2.400 millones de euros (2.900 millones de dólares), según un cálculo de la empresa hongkonesa Essence Securities.

“Todo el mundo reclama una vacuna y Pekín está bien posicionado para enriquecerse fácilmente”, observa uno de sus analistas.

La campaña mundial de inoculaciones necesita sitios de almacenamiento que permitan garantizar la cadena del frío, unas infraestructuras que podrían relanzar el colosal proyecto chino de las nuevas rutas de la seda, debilitado por la epidemia, señala Kirk Lancaster, del Council on Foreign Relations. 

El gigante chino del comercio online Alibaba ya ha construido almacenes en Etiopía y en Dubái, que servirán de plataformas de distribución en África y en Oriente Medio. 

Pekín también construye sitios de producción en Brasil, Marruecos e Indonesia, países que han participado en los ensayos clínicos de vacunas chinas.

Financieramente, China prometió préstamos de mil millones de dólares a los países de América Latina para que puedan comprar vacunas. 

“Estos esfuerzos, bajo la apelación de ‘rutas de la seda de la salud’, ayudan a China a lavar su imagen, a la vez que abre mercados a sus empresas”, precisa Lancaster.

AFP

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba