¿Cómo es la mente de un bipolar?
Uno de los trastornos del estado de ánimo que suponen una gran complejidad tanto a la hora de definirlo como de abordarlo es el trastorno bipolar, explica Julia Márquez Arrico, doctora en Psicología Clínica. Por ello, es común que muchos se pregunten: ¿cómo es la mente de un bipolar?
Ante todo, hay que comprender que el trastorno bipolar no es una elección o una ‘manera de ser’. Tampoco es una condición de personalidad múltiple o doble, ya que se trata de estados diferentes.
La persona con trastorno bipolar no tiene dificultades para identificarse a sí mismo, sino que sus cambios de ánimo son tan drásticos que sus actitudes se hacen antónimas y difíciles de explicar.
La mente de un bipolar: diagnóstico
El diagnóstico de esta condición es muy complicado, sobre todo porque la persona que lo padece difícilmente busca ayuda. También lo dificulta la inestabilidad que presenta en sus actitudes.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el trastorno bipolar puede confundirse con otros problemas, como la depresión.
Para diagnosticar a una persona con este trastorno, es necesario analizarla por un largo periodo de tiempo. Si bien esta enfermedad no tiene una cura permanente, es posible (y muy factible) tratarla con terapia y un cambio en las actividades cotidianas.
- Es muy recomendable que los personas con esta condición se ejerciten, asistan a terapia psicológica, practiquen yoga u otra actividad que los relaje.
- Sobre todo, deben rodearse de personas que lo comprendan y le brinden mucho afecto.
El entorno tendrá un papel fundamental en su tratamiento, ya que es usual que, por su misma condición, el bipolar se niegue a recibir ayuda médica.
Actitudes de una persona con bipolaridad
Ten en cuenta que solo un profesional puede determinar si, en efecto, las actitudes de una persona pueden considerarse (o no) como parte de un trastorno bipolar u otro problema psicológico.
Por lo tanto, considera las siguientes actitudes como pautas orientativas, que pueden indicar que una persona quizás tenga un trastorno bipolar.
1. Cambios drásticos en su estado de ánimo
La bipolaridad implica cambios drásticos de los estados de ánimo. Una persona bipolar puede pasar de la euforia incontrolable a una turbación profunda de un momento a otro y por situaciones muy simples. Para las personas mentalmente estables, estas no serían demasiado significativas.
Así mismo, alguien con este trastorno puede durar un buen periodo de tiempo en un estado específico, que puede ser estable, depresivo o maníaco. No obstante, los cambios de estado no responden a situaciones específicas o a patrones predecibles.
En ocasiones, estas personas se pueden sentir estupendamente bien por un buen tiempo. Sienten mucha energía, tanta que ni siquiera tienen la necesidad de dormir. De hecho pueden durar días despiertos, pero al mismo tiempo estar distraídos e irritables.
Se trata de una fase maníaca y se caracteriza por actitudes excesivas: deseos sexuales excesivos, energía excesiva e incluso, puede llegar a la agresión.
2. Hipomanía o manía
La psicóloga Beatriz Caballero explica que el trastorno bipolar “se caracteriza por cambios en el estado de ánimo, con fases de manía (euforia), hipomanía (euforia de menor duración) o mixtas, que generalmente se alternan con episodios depresivos”.
Durante la fase de manía, la persona puede experimentar una suerte de euforia desbordada, junto con una autoestima exagerada, dificultad para mantener la atención, etc. También puede que esté mucho más habladora de lo habitual.
Por otra parte, la persona puede experimentar una disminución de la necesidad de dormir, agitación psicomotora e impulsividad.
3. Tristeza
La mente de un bipolar es también hábitat de la tristeza. La persona bipolar se sentirá muy deprimida. Esto conlleva a la ansiedad, tristeza, pesimismo y fuertes sensaciones de frustración. Además, tendrá una pérdida total del interés por todo, incluso por aquello que deseaba hacer con frecuencia durante la fase maníaca.
Para una persona con esta condición, es muy frustrante no poder entender siquiera la razón de su profunda depresión. Esto puede traer como consecuencia deseos suicidas.
El apoyo y la terapia psicológica son cruciales
Hay que tener en cuenta que una persona con trastorno bipolar suele tener estados de ánimos muy intensos o extremos. No estamos para juzgarle, sino para apoyarle y animarle a acudir a terapia psicológica, para que se encuentre mejor y pueda tener la mejor calidad de vida posible.
Ahora que conoces un poco la mente de un bipolar, intenta comprenderle y recuerda: el trastorno bipolar es un problema que no hay que tomar a la ligera.
Agencia