¿Con qué frecuencia debes cambiar las sábanas?

Cuando se trata de las tareas del hogar, pensar en lavar y cambiar todas las sábanas de la casa puede ser lo último en tu lista. Desde sacar la ropa de cama sucia y lavarla hasta ventilar la cama , el proceso puede ser abrumador y llevar mucho tiempo.
Pero según los profesionales, cambiar (¡y lavar!) las sábanas es un paso importante para eliminar bacterias y piel muerta de la cama y mantenerte saludable. Entonces, ¿con qué frecuencia deberías cambiarlas?
Un estudio realizado en 2022 con 1.000 personas concluyó que la persona promedio cambia sus sábanas una vez cada 24 días.
Sin embargo, se recomienda cambiar las sábanas una vez por semana en lugar de una vez al mes.
“Para los cambios de rutina, las sábanas deben lavarse semanalmente, algo que la mayoría de la gente no hace, y con mayor frecuencia si la sudoración persiste”, comenta Ashley Carmen, enfermera practicante de Virginia y propietaria del estudio de cuidado de la piel Aiyana Atelier . “Las almohadas, las fundas de almohada, los insertos nórdicos y las fundas o edredones más gruesos deben lavarse trimestralmente con un secador al aire”.
Aunque hay un pequeño margen de maniobra, esta regla aplica tanto para quienes duermen solos como para parejas que comparten cama. Además, es constante en cualquier época del año; sí, incluso en invierno, conviene cambiar las sábanas cada semana.
¿Qué pasa si no cambias regularmente las sábanas?
Incluso si te bañas por la noche, tus sábanas se ensuciarán durante la noche. «Los aceites se secretan durante toda la noche, y la piel se muda más por la noche», explica Carmen. «Debido a los ciclos de cortisol, las hormonas y los ritmos circadianos, la noche ofrece la mejor oportunidad para esto».
La afirmación de Carmen está respaldada por un estudio publicado en el Journal of Allergy and Clinical Immunology que encontró que después de analizar miles de dormitorios estadounidenses, el 99% de ellos tenían al menos un alérgeno presente.
Además de la piel muerta y los alérgenos, las bacterias y los hongos también son motivo de preocupación. Mantenerlos a raya es fundamental. Un adulto promedio suda 100 litros al año en la cama, lo que convierte las sábanas acogedoras en un caldo de cultivo ideal para bacterias y hongos dañinos.
Cambiar las sábanas periódicamente ayuda a eliminar estos problemas al limitar las cantidades presentes en el dormitorio.