Delegado chavista respondió a Volker Türk que Venezuela “goza de una democracia vibrante”
En una reciente intervención en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el representante chavista desestimó de manera categórica las denuncias sobre la represión y la detención de presos políticos en Venezuela, afirmando que el país goza de una “vibrante democracia participativa”.
El delegado, en un intento por desviar la atención sobre las violaciones sistemáticas de derechos humanos, argumentó que las medidas coercitivas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea son el verdadero problema, ignorando así las evidencias de represión que han surgido de diversas organizaciones de derechos humanos. “Venezuela ha resistido 947 criminales en medidas coercitivas”, declaró, mientras que la comunidad internacional sigue documentando casos de detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas.
Además, el delegado criticó la preocupación de la ONU por dos recientes leyes aprobadas por el parlamento venezolano, que, según él, refuerzan la soberanía del país. Sin embargo, estas leyes han sido ampliamente interpretadas como herramientas para silenciar a la sociedad civil y restringir la labor de las ONG, lo que contradice la defensa de la autodeterminación que el régimen alega.
El delegado chavista no solo desestimó las realidades dolorosas que enfrentan muchos venezolanos, sino que también intenta desacreditar la labor de la ONU y su Alto Comisionado en la defensa de los derechos humanos. Al referirse a las críticas como “narrativas interesadas de sectores de la oposición fascista”, revela una estrategia de deslegitimación que ha sido común en el discurso oficial del régimen en los últimos años.
