Earl está cerca de convertirse en el primer gran huracán del año
El huracán Earl se convertirá en el transcurso de este jueves en el primer huracán mayor de la actual temporada en el Atlántico, mientras las Islas Bermudas se prepararan para sentir los primeros efectos del ciclón.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) informó hoy que Earl se ha fortalecido y presenta ahora vientos máximos sostenidos de 165 km/h (105 mph), con el pronóstico de que se vuelva un «huracán mayor» durante la tarde, cuando previsiblemente alcance la categoría 3 o más en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de cinco.
Las Islas Bermudas se hallan bajo vigilancia por el paso de Earl, y se espera que hoy empiecen a sentir efectos propios de una tormenta tropical y durante la noche los de un huracán.
De acuerdo con el centro meteorológico, con sede en Miami (EEUU), Earl se ubica a 425 kilómetros (265 millas) al sur del citado archipiélago británico en el Atlántico, y se traslada con dirección norte a 16 km/h (10 mph),
En esa trayectoria prevista, el centro de Earl pasará por el sureste de Bermuda esta tarde o noche, según el NHC.
Se espera que Earl produzca fuertes marejadas y acumulados de lluvia de 1 a 2 pulgadas (25 a 50 mm) en las Islas Bermudas hasta el viernes.
Por su parte, Danielle, el primer huracán de la actual temporada del Atlántico, se ha debilitado y ahora es una tormenta tropical, si bien continúa produciendo «un gran área de mares peligrosos» sobre el Atlántico norte y central, señaló el NHC.
Sin que amenace tierra alguna por el momento, Danielle presenta vientos máximos sostenidos de 110 km/h (70 mph), y se prevé un debilitamiento gradual hasta convertirse hoy mismo en un ciclón postropical y continuar perdiendo fuerza el viernes.
El centro de Danielle se ubica a 1.060 km (660 millas) al noroeste de las islas Azores.
El huracán se desplaza en dirección noreste a una velocidad de 26 km/h (16 mph) y se espera que hacia el final de esta semana experimente un giro en sentido contrario a las manecillas del reloj, según el NHC, que también vigila el desarrollo de una amplia área de baja presión en el este del Atlántico.
Agencias