Juan Pablo Guanipa: “En Barinas tenemos la oportunidad de darle un carajazo a los que han destruido al país” (Entrevista)
Juan Pablo Guanipa, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional electa en 2015, dijo a El Nacional que el planteamiento de la desaparición del gobierno interino de Juan Guaidó, reconocido por al menos 50 países de todo el mundo, tiene que discutirse, tanto en el seno del partido político Primero Justicia como en la Alianza Democrática. Señaló que en Barinas hay que votar masivamente para que esa votación se convierta en un plebiscito contra quienes han destruido el país. Dijo asimismo que se debe que analizar la eficacia de un referéndum revocatorio para sacar del poder a Nicolás Maduro.
Julio Borges, coordinador nacional de Primero Justicia, renunció el pasado 5 de diciembre a su cargo como canciller de Guaidó y afirmó que el gobierno interino tiene que desaparecer completamente. “Hemos perdido legitimidad y apoyo internacional porque hay demasiadas contradicciones, errores y escándalos”, advirtió una rueda de prensa vía Zoom desde la ciudad de Bogotá, en Colombia, donde está exilado.
Manifestó que el gobierno interino ha querido perpetuarse y afirmó que no puede continuar una burocracia que el año pasado alcanzó al menos 1.600 funcionarios. Cuestionó asimismo los escándalos de corrupción en los que estarían presuntamente involucrados miembros del equipo de trabajo de Guaidó en el extranjero.
Guanipa, ante ese escenario, respalda la continuidad de la Asamblea Nacional en la forma de comisión delegada porque, destacó, es el reducto de legitimidad que tiene Venezuela en este momento para luchar en favor del cambio político. Pero afirmó que posiblemente haya un redimensionamiento en el gobierno interino que se enfocará en la reducción.
El opositor indicó que podría reducirse el número de embajadores. Existe la posibilidad de que solo queden representantes en países donde hay un mayor apoyo a Guaidó, como Estados Unidos, Colombia, Brasil y otros de la Unión Europea.
“El objetivo es sacar a Maduro”
— ¿Qué opinión tiene sobre la renuncia de Julio Borges a su cargo como canciller de Juan Guaidó? Hizo fuertes críticas hacia el gobierno interino.
—Julio Borges y Primero Justicia han tenido una opinión que siempre ha sido crítica de algunas cosas que en el gobierno interino no han funcionado adecuadamente; y yo creo que la declaración de Julio Borges va en la óptica de generar cierta conmoción para que en este momento, en el que se va a discutir la reforma del Estatuto de la Transición, se asuman los correctivos que son necesarios para que todo lo que todo lo que tiene que ver con la Asamblea Nacional, la presidencia interina y el servicio exterior, para que todo eso se revise y se redimensione en función del objetivo fundamental que es sacar a Maduro de la presidencia que usurpa y allí tenemos que estar todos totalmente focalizados y centrados.
—Borges pidió que desapareciera la figura del gobierno interino.
—Ese es un planteamiento que tiene que ser discutido, en el seno de Primero Justicia y también de toda la Alternativa Democrática venezolana. Te diría que en esa discusión hay dos posiciones extremas —una que considera que todo debe continuar absolutamente como está. Otra posición extrema que considera que todo debe ser cambiado en este momento— y una posición intermedia que, te garantizo, va a tener más aceptación, no solamente en el seno de los partidos políticos, sino en el seno de la propia Asamblea Nacional. Esa posición intermedia es la que se está configurando en este momento.
“Creo que habrá un redimensionamiento”
—¿En qué consiste esa “posición intermedia”?
—Lo que pasa es que es una posición que está en construcción. Te puedo decir lo que yo pienso: que la Asamblea Nacional debe continuar en la misma forma de comisión delegada porque es el reducto de legitimidad que Venezuela tiene en este momento para seguir luchando en favor de lograr el cambio político que la gente aspira desesperadamente. Y creo que habrá un redimensionamiento de todo lo que tiene que ver con el gobierno interino, que tiende hacia la reducción. Por ejemplo, tienes a los embajadores. Hay representación en decenas de países, bueno, hay un planteamiento que tiene que ver con la reducción de ese número de embajadores a un número que sea mucho más manejable y que atienda los países donde más fuertemente se libra la lucha para lograr que esta situación cambie en Venezuela.
—¿Cuáles serían esos países?
—Estados Unidos, Colombia, Brasil, países de Europa y la Organización de Estados Americanos. Esa es una opinión personal. Es decir, eso tiene que ver con la búsqueda que todos estamos llevando adelante de redimensionar, en este caso, el servicio exterior. Y Juan Guaidó queda como la persona encargada de las relaciones internacionales, de los activos fuera del país, de los litigios y continuamos dando la lucha dentro de Venezuela, que es lo que nos importa definitivamente, que es la lucha por lograr un cambio político. Creo que nosotros nunca podemos ceder en ese esfuerzo y todo lo que hagamos tiene que estar encaminado hacia la posibilidad de sacar a Maduro de la presidencia que usurpa.
“La unidad no es un fin en sí mismo”
—Menciona que Guaidó debe quedar como la persona encargada. ¿Ya no sería presidente interino? ¿Dejaría esa figura?
—No voy a detenerme en los temas de títulos, creo que este no es un asunto de títulos, es un asunto de echar hacia adelante de echar al país. Él tiene una altísima responsabilidad y cada uno de los que estamos en la dirección política tenemos también una altísima responsabilidad y creo que este es un momento para revisar las cosas, pero también para entender el criterio básico de unidad, que es necesaria, para salir de esta situación. Y te digo con respecto a eso: la unidad tampoco es un fin en sí mismo, como tampoco lo es el gobierno interino.
—Pero ¿es posible la unidad?
—La unidad es un instrumento para lograr ese cambio político que los venezolanos estamos aspirando, pero la unidad tiene que ser con los que realmente queremos sacar a Maduro. Cuando a mí me dicen que hay que unirse con una persona que recibió dinero de Maduro para formar un partido político, robarse las siglas de un partido político y para dividir a la Alternativa Democrática yo digo: ¿en qué país estamos? Si esa persona entregó su dignidad por dinero y se entregó a Nicolás Maduro para dividir a la oposición. Nosotros tenemos que buscar la reunificación desde las bases, desde el electorado que, por distintas razones, muchos de ellos por la confusión, tomó la decisión de votar por esas personas. Ahí es donde tenemos que ir, a las bases, a reencontrarnos con la gente. Pero no a encontrarnos con dirigentes que vendieron su conciencia a Nicolás Maduro.
División: errores y estrategia de Maduro
—¿No hubiese sido un poco sensato que Guaidó, ante el rechazo y el desánimo, anunciara el fin de la presidencia interina? ¿No se hubiesen evitado errores y se evidenciaban las fracturas internas?
—Creo que las diferencias en la oposición tienen diferentes lecturas y eso tenemos que asumirlo todos. Las diferencias en la oposición están vinculadas a los propios errores que hemos cometidos los dirigentes opositores, pero también a una estrategia de Maduro de destruir a la Alternativa Democrática. Todo el tiempo que han tenido Hugo Chávez y Maduro en el poder han tratado de destruir la Alternativa Democrática. Pero eso se afianzó desde el momento en el que se eligió a la Asamblea Nacional en 2015 y cuando ellos tomaron las decisiones que tomaron partiendo de la base de que nunca más, lo dijo Maduro textualmente, irían a un proceso electoral si no tenían la convicción de que lo podían ganar.
—¿Qué pasó después?
—Una de las herramientas que usaron fue destruir a la Alternativa Democrática con un planteamiento bastante lamentable: ‘si yo estoy desprestigiado ante la opinión pública, si la gente no me quiere, yo tengo que poner a los dirigentes de la oposición en la misma situación’. Y entonces comenzaron acusaciones contra dirigentes, la toma de los partidos políticos, las inhabilitaciones políticas, la búsqueda de la confrontación en la Unidad y evidentemente eso hizo mella. ¿Que los errores nuestros están allí? Sí. Cada quien tiene que asumirlos, siempre hay grados de responsabilidad. Yo asumo el grado de responsabilidad que pueda tener, pero indudablemente ha habido toda una estrategia de Maduro para llevar adelante todo esto y eso ha mermado en el apoyo de la gente a la Alternativa Democrática. Entonces todos los dirigentes políticos de la Alternativa Democrática somos mal vistos por la población.
Borges tendrá su derecho de palabra
—¿Cuándo discutirán la situación del gobierno interino en la Asamblea Nacional? ¿Julio Borges sí tendrá su derecho de palabra?
—La sesión debió ser el día martes. Lamentablemente no fue convocada. Quien convoca la sesión es el presidente, que es Guaidó. He estado conversando con él y estamos hablando de sentar las bases para llevar adelante la sesión, obviamente Borges tiene derecho de palabra y lo va a ejercer y, a partir de allí, comenzará una discusión que tenemos que dar en los próximos días.
—Borges ha insistido en la solicitud.
—Una de las angustias de Borges son los pocos días que quedan para hacer la reforma al Estatuto de la Transición. Recuerda que es una ley y, por ser una ley, debe ser discutida por la plenaria de la Asamblea Nacional porque la comisión delegada no tiene competencias para discutir leyes. Entonces tiene que convocarse a la plenaria. Y una de las preocupaciones que tiene Borges, te repito, es que el tiempo es finito porque eso debería de estar aprobado antes del 31 de diciembre. Eso quiere decir que faltan escasos 20 días.
Nuevo CNE, ¿el menos malo?
—En su cuenta de Twitter dijo que si fuese elector en Barinas iría a votar para que esas voluntades se convirtieran en un plebiscito contra Maduro. ¿Por qué tiene esa percepción ahora y no antes del 21 de noviembre?
—Muy sencillo: porque son dos eventos completamente distintos. Yo dije que se iba a cometer un error yendo a una elección sin condiciones, que ha sido convocada por Maduro con un Consejo Nacional Electoral en el que él tiene el control. No puedo entender cómo nos pueden vender a nosotros la idea de que este CNE es el menos malo de toda la historia cuando vemos cómo actúa porque, sencillamente, si hay dos personas que están vinculadas a la institucionalidad democrática, a la Constitución, a la oposición si quieres verlo de esa manera, y hay tres que son absolutamente autómatas frente a las órdenes que emanan de Miraflores, indudablemente tres van a ser siempre más que dos. Ellos tomarán las decisiones de acuerdo a las órdenes que reciban y los ejemplos los tienes pero por borbollones. Entonces, era ir un proceso en el que después Maduro saldría diciendo que hubo amplitud, observación internacional, condiciones, participación de la oposición y que él arrasó en la elección. ¿Eso representa la realidad del país? No. Entonces me parecía totalmente inapropiado participar en esas circunstancias en el proceso porque el voto ha sido confiscado por la dictadura.
Barinas: un plebiscito contra el chavismo
—¿Por qué ahora sí?
—Ahora, este proceso de Barinas, puntual, tiene una connotación, que es la connotación de todos los desmanes hechos el 21 de noviembre y que puede concretarse, a mi modo de ver, en un plebiscito contra el chavismo en la cuna de Chávez, en el sitio que para ellos es totalmente emblemático. Eso cobra otra dimensión y ante toda esta vía de atropellos y grotescas actuaciones nosotros podemos pensar, ni siquiera en la gobernación, sino en la oportunidad de darle un carajazo a una gente que ha destruido un país como lo ha sido Chávez, Maduro y, en este caso, lo emblemático del estado Barinas. Por esa razón creo que en este momento todos los barineses deberían salir a votar.
Barinas, los partidos políticos
—Algo interesante en Barinas es que varias organizaciones políticas, como Avanzada Progresista y Fuerza Vecinal, incluso los chavistas disidentes, han llamado a votar por la MUD. ¿Pueden ser los indicios de unidad para unas próximas elecciones?
—En Barinas tú vas a ver que, en todo ese espectro opositor, hay algunos partidos políticos que van a a hacer lo que Maduro les diga, caso Claudio Fermín y los partidos que lo respaldan. Eso está bastante claro. Pero que un partido político dé un salto y diga que está dispuesto a apoyar al candidato de la MUD, eso me parece que es un buen augurio de que el país por debajo puede lograr unificarse. Ellos saben quién tendrá la primera opción frente al candidato madurista que, por cierto, no tiene ningún arraigo en Barinas, que no fue elector en ese estado, como es el mismo caso de Claudio Fermín. Todos saben que eso significará un cambio de la Alternativa Democrática, ni siquiera de la MUD. Por eso creo que el valor simbólico que tiene este proceso en Barinas debe llamar a todos la atención.
“La entrega crematística” de Claudio Fermín
—Está la candidatura de Claudio Fermín en Barinas.
—Hay que salir a votar, pero por la Alternativa Democrática, por la Mesa de la Unidad Democrática, porque, sinceramente, cuando uno ve las actuaciones del señor Fermín uno dice: ¿hasta dónde puede llegar la entrega crematística de un dirigente que en algún momento fue reconocido en Venezuela y que hoy se ha convertido lamentablemente en un ser entregado a la dictadura de Nicolás Maduro.
—Politólogos y analistas aseguran que llegará el momento en el que cambie de rostro la dirigencia opositora. Parte de eso quedó demostrado en las elecciones cuando nuevos dirigentes ganaron en los estados y alcaldías.
—Creo que eso se tiene que ir legitimando en función de lo que la gente vaya opinando y que cada quien vea cómo se desarrolla ese liderazgo. Podemos revisar todo el resultado de ese proceso y creo que hay gente que participó con total desprendimiento y total visión democrática y de lucha por resolver los problemas que tiene el país. Pero también hubo gente que no participó y que merece el respeto de todos. Tenemos que unirnos en la búsqueda de condiciones. Eso es lo que debe fortalecer el trabajo de toda la alternativa democrática en este momento.
“Tenemos que profundizar la lucha”
—En general, ¿qué lección dejó el 21 de noviembre a la dirigencia?
—Creo que el gran aprendizaje del 21 de noviembre es que nosotros tenemos que profundizar la lucha fuerte que pueda generar mecanismos de presión que permitan que tengamos condiciones electorales para salir de la crisis. No se resuelve la crisis que Venezuela tiene con esa elección del 21 de noviembre. Ni siquiera nos acercamos a la solución, al contrario. Esa elección, realizada como se realizó, termina siendo algo que favorece a Maduro. Nosotros tenemos que asumir, con conciencia y con responsabilidad, la necesidad de profundizar la lucha para lograr que esto en Venezuela cambie y eso se logra con presión. Y la presión nacional e internacional pueden generar las condiciones para que vayamos a una elección presidencial, que es lo que realmente la gente aspira para salir de esta situación.
“La presión es fundamental”
—Vino la Unión Europea, hubo un informe preliminar, le arrebataron el triunfo de Barinas a Freddy Superlano, está suspendida la negociación en México. ¿Cómo lograr esas condiciones y con qué mecanismos?
—Siempre he creído que la presión es fundamental, en Barinas y en cualquier parte. Se tiene que lograr una sintonía de la presión nacional con la presión internacional, que debemos ir hacia esos escenarios, pero siempre apuntalados por estos mecanismos de presión. No me niego, por ejemplo, que haya un proceso de negociación que te permita tener esas condiciones pero ese proceso no tendrá efecto si no se logra incrementar la presión interna e internacional.
—Eso ya se ha intentado.
—Los venezolanos hemos hecho de todo para salir de la dictadura. Lo que pasa es que no nos estamos enfrentando a cualquiera, nos estamos enfrentando a confederación de delincuentes que han tomado la decisión de secuestrar a una nación entera. Y que no les importa cumplir la Constitución y respetar las instituciones. No es fácil lo que estamos viviendo. Venezuela es un país secuestrado. Hay que dar una pelea muy dura y esa pelea tenemos que darla los dirigentes y los ciudadanos.
—Pero por otra es cierto es que los venezolanos están desmotivados.
—No podemos cansarnos ni resignarnos. Yo me niego a resignarme porque creo que nosotros tenemos que ofrecerle a las futuras generaciones un país con democracia y libertad. Y eso nos obliga a intensificar esa presión. Tenemos que ir hacia la presión interna otra vez. Tenemos que ir a la presión internacional en sincronía con la presión interna, tenemos que acudir a espacios y lograr mecanismos de negociación que nos otorguen esas condiciones. Pero sin presión interna y externa eso no es posible.
“El referéndum debe discutirse”
—Se habla sobre la posibilidad de que se aplique el referéndum revocatorio el año próximo. Pero, en teoría, el revocado sería Guaidó porque, se supone, es el presidente encargado. Aún así, sabemos que quien tiene el poder y el control de las instituciones es Maduro. ¿Le parece viable?
—Es un tema sumamente complejo. Una cosa que dices tiene que ver con quién es el presidente y evidentemente nosotros desconocemos a Maduro como presidente. Pero si a ti se te presenta un evento en el que tú puedas liberarte de Maduro, creo que el intento hay que hacerlo.
—¿Cómo sería esa organización?
—Hay que ver cuáles son las condiciones en las que eso podría darse porque ya hemos tenido dos experiencias con el referéndum revocatorio. La primera, cuando Chávez era presidente y no le importó absolutamente para nada dilatar todo el proceso hasta que desarrolló un mecanismo con la creación de las misiones y todo eso para reencontrarse con la gente porque, sin duda, era una persona que había perdido apoyo popular. Y lo hizo cuando sintió que estaba en condiciones de ganarlo. Eso es así.
—En 2016 hubo trabas.
—Después tuvimos el intento de referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro en 2016, que lo destrozó él mismo utilizando tribunales de algunos estados del país para acabar con eso. Entonces, si el mecanismo referéndum revocatorio sirve para intensificar la presión, pero conscientes de las limitaciones, eso podría ensayarse. De lo contrario, habría que seguir luchando por las condiciones electorales. No me niego absolutamente a nada y creo que todo ese proceso debe discutirse en los próximos días.
—Además aprovechando la unión que se ha visto en Barinas y sabiendo que puede hacer obstáculos. Maduro los ha puesto en cualquier escenario posible.
—Totalmente. Esos obstáculos van a estar allí.
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