Salud

Las consecuencias de usar tacones en el embarazo

Durante el embarazo la mujer quiere permanecer coqueta y femenina, la rutina, la figura y los malestares cambia radicalmente la salud la mujer, mantener algunos hábitos puede perjudicar el bienestar no solo del bebé sino también de la embarazada. Estas son algunas de las posibles molestias que puedes experimentar si usas recurrentemente los tacones durante el embarazo.

Molestias lumbares

Conforme la gestación se va desarrollando, el útero comienza a aumentar su tamaño, lo cual provoca que tu espalda comience a arquearse en la zona baja conforme tu ‘baby bump’ va siendo más evidente. Este cambio es normal, pero no por eso deja de ser menos incómodo y acentúa la hiperlordosis lumbar, lo cual trae como consecuencia dolores de espalda e incluso podría desarrollar una ciática en casos donde el peso aumente demasiado.

Al usar tacones cuando esto sucede, cualquier molestia se verá potenciada por los zapatos, pues su estructura en sí misma, modifica la postura de las mujeres y puede crear tensión en la zona de la espalda.

Fallas en el equilibrio

El punto de gravedad de una mujer que está creando una vida dentro de sí, se desplaza hacia adelante de manera gradual y a partir del tercer trimestre, se generan cambios en la manera que pueden caminar, sentarse o realizar cualquier otro movimiento.

El aumento de peso y su distribución tan dispar en el cuerpo de la madre gestante, genera un equilibrio un tanto más débil, mismo que se ve sumamente disminuido por los tacones, pues al elevar el pie, deja una zona de apoyo sumamente reducida que es difícil de controlar por el aumento de volumen en el vientre.

El desequilibrio no solamente puede generar malestares físicos, sino que también aumenta las probabilidades de sufrir algún percance como pudiera ser una caída.

Edemas en los pies

Cuando comienza el periodo de gestación, las mujeres puede aumentar de 10 a 12 kilos en madres de un solo bebé, hasta incluso 25 kilos cuando se trata de un embarazo múltiple. Los pies son los que sufren el impacto, pues comienzan a cargar más peso al que no estaban acostumbrados, lo que requiere un mayor esfuerzo para dar cada uno de los pasos.

Si a esto le sumamos que las caminatas se hagan en tacones, el aumento de los edemas en los pies está a la orden del día, pues la hinchazón se duplicará, no solo por el peso, sino por la incomodidad a la que se ven sometidos los pies cuando tienen que andar sobre este tipo de zapatos. Por ello, lo ideal es que no uses los tacones durante tu periodo de gestación.

Sabemos que la etapa de embarazo es preciosa y que allá afuera hay un montón de imágenes de mujeres luciendo espectaculares looks con sus pancitas, pero más allá de la apariencia, lo primordial es que puedas mantenerte lo más cómoda posible para que disfrutes al máximo esta etapa de tu vida.

Con información de Glamour

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