Sucesos

Niño de tres años fallece después de ser olvidado por su tía en el auto durante seis horas

En un trágico suceso ocurrido este miércoles en São José do Rio Preto, Brasil, donde un niño de tres años falleció después de ser olvidado por su tía dentro de un vehículo durante más de seis horas.

Las autoridades han confirmado que el niño estaba durmiendo cuando la tía lo dejó en el asiento trasero. Al regresar horas más tarde, fue demasiado tarde para salvarlo. El caso ha conmovido a la comunidad y ha puesto en evidencia el peligro del abandono de niños en vehículos durante altas temperaturas.

El trágico incidente ocurrió cerca de las 8:00 de la mañana, cuando la tía del niño tenía que llevarlo a su guardería. Sin embargo, al parecer, se olvidó de la tarea y, al llegar a su lugar de trabajo, dejó al pequeño dormido en el coche estacionado. Fueron seis horas de olvido que, finalmente, terminaron en tragedia.

Según lo informado por la policía local, fue alrededor de las 14:00 horas cuando la mujer recordó que no había llevado al niño a la guardería. En ese momento, corrió hacia el vehículo, pero al encontrar al pequeño inconsciente, rápidamente llamó a una ambulancia. Los médicos que atendieron al menor diagnosticaron un paro cardiorrespiratorio, y lamentablemente, el niño murió en el lugar. Fue trasladado a la Unidad de Atención de Urgencias (UPA), donde se certificó su fallecimiento.

La policía ha abierto una investigación sobre el caso y la tía del niño ha sido llevada a la comisaría de São José do Rio Preto para declarar sobre los hechos. El incidente ha sido clasificado como un caso de homicidio culposo, ya que la causa de la muerte del niño fue atribuida a una acción negligente, aunque no intencional.

El Código Penal Brasileño establece que el homicidio culposo ocurre cuando la muerte de una persona es provocada por una conducta imprudente, negligente o incompatible con la previsión de los posibles riesgos. En este caso, el olvido de la tía ha sido considerado un acto de negligencia que resultó en la pérdida de la vida del menor.

El cuerpo de un niño se calienta entre tres y cinco veces más rápido que el de un adulto, lo que lo hace más vulnerable a golpes de calor. Según estadísticas del Consejo Nacional de Seguridad (NSC) de Estados Unidos, un promedio de 38 niños mueren cada año en este tipo de tragedias, que ocurren cuando son olvidados en vehículos estacionados bajo el sol.

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