Sueños de un mejor mañana para Orlando, se esfumaron en la selva de Darién
Con el corazón roto por la nostalgia, por tener que separarse de los suyos y el ambiente en el que vivió 31 años, se marchó de Falcón y de su natal Punto Fijo, Orlando González, hasta hace unos años, funcionario de la policía del estado Falcón y director de Seguridad Ciudadana del municipio Colina.
Ahuyentado del país por la que denominó una «economía fracasada y egoísta», González se marchó, no sin antes tomarse una foto para el recuerdo en la entrada de Punto Fijo y exponer las razones por las cuales se iba con el sentimiento que embarga a todos los que toman maleta: la necesidad, el ya no poder darle mejor calidad de vida a los suyos y el tener que recurrir a una patria sustituta para tratar de vivir bien.
Eso implicaba el sacrificio de atravesar selva de Darién «el valle de sombras y muertes», el cual lamentablemente su corazón, roto por la nostalgia y el cansancio, no pudo resistir.
Orlando González murió este domingo producto de un infarto y quienes lo acompañaban, tuvieron que seguir la ruta hacia el «sueño americano», tras inhumarlo en la peligrosa selva que sigue consumiendo vidas sedientas de un mejor futuro.
He aquí la última foto en Falcón de Orlando y el mensaje con el cual se despidió de su familia, su gente y amigos:
«Hoy me tocó despedirme de mi ciudad natal; entre lágrimas y sueños por cumplir. El abrazo del padre, el llanto de la abuela, el abrazo de la tía, la bendición y fortaleza de los míos. No queda de otra que girar el volante, pero nunca decaer, lamentablemente fuera de mis fronteras. Me tocó salir. Triste, cómo está mi Venezuela, entre redes sociales y demagogia política mientras mi gente parece la falta de medicina y atención que nosotros como hijos, no podemos darles a nuestros padres por falta de recursos que por más que nos reinventamos se los comerá está economía fracasada y egoísta. ¡Los amo, volveré, los llevo en mi corazón!
Agencias