¿Aire acondicionado o ventilador? Esta es la mejor opción
Para el mes de septiembre se espera un incremento en la temperatura en Venezuela. Una investigación aboga por el uso del clásico ventilador en lugar del aire acondicionado por varios motivos y algún que otro condicionante. Según una investigación publicada en The Lancet Planetary Health, los ventiladores tradicionales ganarían la batalla al aire acondicionado.
El estudio ha medido la cantidad de horas de aire acondicionado que ahorraríamos al usar el ventilador a una velocidad de 1,2 metros por segundo: se reduciría el consumo de energía en un 76%, beneficiando a la factura y, también, al medio ambiente.
Beneficios del ventilador
Nicola Montano, profesor de medicina interna de la Universidad de Milán – Irccs Fondazione Ca’ Granda Ospedale Maggiore Policlinico, lo explica que «el ventilador mueve el aire y acelera su desplazamiento sin afectar a la temperatura ni a la humedad. Puede ser suficiente si la temperatura no supera los 32°C y no hay demasiada humedad».
Sin embargo, hay que prevenir ciertos aspectos, como la ubicación del ventilador y no dirigirlo hacia las personas, sobre todo en el caso de enfermos en cama, sino haciendo circular el aire en la habitación. De lo contrario, acelera la deshidratación, empeorando las cosas sobre todo en ancianos o niños pequeños.
«Con un ventilador, la temperatura percibida disminuye y, aunque proporciona alivio, permanece el estímulo de la transpiración y, por tanto, el riesgo de deshidratación, si no se ingieren suficientes líquidos», apunta.
Uso correcto del aire acondicionado
Si resulta indispensable encender el aire acondicionado: se debe regular la temperatura entre 25-27°C y nunca inferior a 24°C, procurando que la transición de calor a frío sea siempre gradual.
También es recomendable programarlo para que no se encienda antes de nuestra llegada, sino que enfríe las habitaciones lentamente.
«Por la noche, es mejor abrir las ventanas y, si el calor realmente no cede, programar el temporizador del aire acondicionado para que se apague una hora después de acostarnos y vuelva a encenderse al amanecer», añade.
Con información de El Mundo