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Hugo “El Pollo” Carvajal: Con peluca en el balcón y comida a domicilio

La Policía Nacional tenía un plan milimétricamente calculado: Hugo ‘el Pollo’ Carvajal no se escaparía nuevamente de la Justicia. Desde las 10 de la mañana del pasado jueves, los agentes de la Udyco junto con la DEA estuvieron vigilando todo el perímetro que rodea a los dos edificios residenciales, marrones, de diez alturas, en el número 123 de la calle Torrelaguna en Madrid. Una zona neurálgica del barrio Arturo Soria, al norte de la ciudad. La Policía tenía bloqueadas todas las posibles vías de escape que el exjefe de espías de Hugo Chávez pudiese utilizar para huir de la guarida donde permaneció escondido, como rata de alcantarilla, durante los últimos ocho meses.

Disimuladamente, dos agentes se acercaron al portal

de la residencia y encontraron al conserje sentado en la caseta que está ubicada en el centro de la planta baja. Le pidieron que les dejara las llaves de las dos torres y de todas las puertas de acceso al edificio, incluido el mando del garaje. Seguidamente, uno de los policías solicitó al trabajador contactar por teléfono con la propietaria del piso 3ºD, de la torre izquierda (la número 123). Desde la calle se ven las persianas totalmente cerradas y en una de las ventanas la pegatina del servicio de la alarma.

Tras identificarse, la Policía preguntó a la mujer a otro lado del móvil: «¿Usted es la dueña del piso?, ¿sabe a quién le alquiló o quiénes viven dentro?». Este es el relato del conserje del edificio que cuenta a ABC cómo transcurrieron las horas previas del operativo policial que acabó con la captura del exgeneral chavista, que EE.UU. demanda su extradición y acusa por graves delitos de narcotráfico cuando formaba parte del Cartel de los Soles.

«Les dejé las llaves del piso»

«La Policía recibió inmediatamente la autorización de la propietaria para entrar al piso y ella (refiriéndose a la mujer) me ordenó entregarle la llave de la vivienda a los agentes», narra el hombre que dice que nunca se imaginó que allí vivía un sujeto prófugo de la Justicia, pero que ahora cuando une los puntos «todo tiene sentido».

Carvajal estuvo ocho meses oculto en la tercera planta de un piso exterior que daba hacia la calle Torrelaguna, mientras la parte trasera del edificio mira a la autopista M-30. El piso donde vivió como un fantasma, el 3ºD, destaca porque es uno de los pocos de la torre que tiene la terraza repleta de plantas y flores que recubren toda la fachada e imposibilita la visión hacia dentro.

El documento que le hizo llegar la DEA a la Policía Nacional detallaba que el exgeneral salía al balcón con peluca y que, posiblemente, se hubiese realizado una cirugía estética. ABC pudo saber que solo salía a tomar el aire al balcón de madrugada, con un bigote y disfrazado. Pero ni falta le hacía con la trinchera de flores de la terraza, que alcanzaban los 40cm de altura.

«Si se asomaba por el balcón a respirar aire fresco como dicen, nadie podía verlo», comenta con humor un curioso vecino que bajó a la calle al ver a los medios de comunicación agolpados en la acera. «Yo pensaba que ahí no vivía nadie porque no se veía ningún movimiento», afirmó. En cambio, una de las vecinas de los cuatro pisos de la misma planta donde se encontraba Carvajal, comentó a ABC que a pesar de que nunca vio a nadie sí se dio cuenta de que «siempre dejaban la basura ante la puerta y el conserje pasaba a recogerla». Un detalle que confirmaría el trabajador que asegura que hace lo mismo con otros muchos vecinos de las torres que le piden el favor de recoger las bolsas porque tienen que salir al trabajo.

«Le llevaban la compra»

«Era impresionante la cantidad de comida a domicilio que pedía y la compra se la traía el servicio de reparto de los supermercados. La pasábamos por el garaje directo al ascensor y se subía al tercero. Claro ya entiendo todo», se dice a sí mismo el conserje.

La Policía Nacional decidió, con llave en mano, entrar a piso a las 21.15 horas del jueves. Al introducirla en la cerradura se dieron cuenta que desde dentro habían pasado el cerrojo. Decidieron entonces derribar la puerta. Esa fue la «explosión» que escucharon algunos de los vecinos.

Una hora después, un tuit del cuerpo policial informaba de lo ocurrido: «Detenido esta noche en Madrid el Pollo Carvajal, prófugo de la justicia y buscado para su extradición a EE.UU. Vivía totalmente enclaustrado, sin salir al exterior ni asomarse a la ventana, y siempre protegido por personas de confianza». Carvajal está acusado por Estados Unidos por graves delitos de narcoterrorismo. El exgeneral llevaba escondido un año y diez meses.

Agencia

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