Curiosidades

Crujir los dedos: ¿es realmente perjudicial o no?

Muchas personas, puede que incluso tú mismo, tienen la costumbre de hacer crujir los dedos en situaciones específicas, por ejemplo, cuando sienten estrés o están nerviosas, siendo esa una manera de canalizarlo. Precisamente por ello, hay que preguntarse si este hecho es perjudicial o no.

Cuando ésta se vuelve una conducta recurrente, en la que constantemente estamos ejerciendo presión sobre los nudillos, se deben analizar sus efectos para evitar que la insistencia en el movimiento cause daños.

¿Es perjudicial crujir los dedos?
Estas articulaciones están recubiertas por una cápsula sinovial con líquido y unos cuantos gases como nitrógeno, oxígeno y dióxido de carbono, en donde su misión pasa por lubricar las articulaciones para que no haya un desgaste de los huesos. Cuando se crujen los dedos, los gases saldrán del líquido sinovial en forma de burbujas que estallan y que son los que provocan ese característico ruido.

Cuando ese chasquido es provocado por nosotros mismos significa que se mueve más de lo debido esa articulación provocando un cierto desequilibrio. Aunque al principio existe la sensación de liberación, con el tiempo este hábito acaba generando una serie de complicaciones en la articulación.

Un comportamiento para algunos desagradable
Durante muchos años, el crujirse los dedos estuvo mal visto en los ambientes laborales e incluso en los familiares. Hoy en día eso ya no pasa, pero si recurres a esta práctica con asiduidad es aconsejable que intentes detenerla.

El problema es que las articulaciones del cuerpo humano están unidas por una especie de cápsula que contiene líquido sinovial y gases, las cuales permiten que realicemos los movimientos con normalidad, sin sufrirlos.

Al tronar los dedos regularmente, se va produciendo un crecimiento del espacio entre las piezas óseas de esas articulaciones, la cápsula se dilata y se reduce la presión de los gases en su interior, creando una explosión. Justamente este es el ruido que escuchamos cuando crujimos los dedos, y que a algunos les da placer.

Si te pasa, lo más recomendable es que intentes tronar los dedos la menor cantidad de veces posibles cada día. De lo contrario, al chascarlos favorecerás el desgaste articular que se genera naturalmente con los años, adelantando las secuelas negativas que tiene el uso sin fin de las articulaciones de las manos.

De hecho, la clave está en la frecuencia, porque crujirlos una o dos veces al día no sólo no tiene nada de malo. Algunos profesionales de la salud consideran que es bueno para que las articulaciones no se «inmovilicen». Recordemos que muchas de ellas ya no las utilizamos tanto como lo hacían nuestros antepasados.

Agencia

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