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Francisco Sagasti juramenta como nuevo presidente de Perú

El nuevo presidente de Perú tiene el desafío de poner fin a la crisis política que sacude el país andino y conducirlo a las elecciones de abril de 2021

El centrista Francisco Sagasti jura este martes como nuevo presidente de Perú con el desafío de poner fin a la crisis política que sacude el país andino y conducirlo a las elecciones de abril de 2021, pero con el apoyo de los indignados ciudadanos que hicieron caer a su efímero antecesor.

El ingeniero y académico de 76 años, cuyo físico evoca a Don Quijote de la Mancha, será juramentado en una sesión plenaria del Congreso programada para las 16H00 locales (21H00 GMT).

«No es un momento de celebración, tenemos demasiados problemas, tragedias y dificultades (…). Es un momento para preguntarnos dónde fue que perdimos el rumbo», declaró Sagasti tras ser elegido como nuevo jefe del Congreso, el lunes.

Su elección, en una votación en que era el único candidato, lo convirtió automáticamente en el nuevo presidente de Perú, el tercero que ocupará el cargo en ocho días, un reflejo de la debilidad institucional del antiguo virreinato español.

«Es una muy buena elección la de Francisco Sagasti como presidente», dijo a la AFP el analista político Augusto Álvarez Rodrich. «Su elección ayuda a construir un momento de estabilidad política y económica, tiene buenas perspectivas», agregó.

La crisis fue desatada el 9 de noviembre por el propio Congreso, cuando destituyó en un juicio político relámpago al popular mandatario Martín Vizcarra (centroderecha), bajo cargos de presunta corrupción cuando era gobernador en 2014. Esta denuncia es ahora investigada por la Fiscalía y la justicia prohibió al exmandatario salir de Perú por 18 meses.

Al día siguiente tomó las riendas del país el jefe del Parlamento, Manuel Merino, también de centroderecha, pero miles de indignados ciudadanos, principalmente jóvenes, salieron a las calles a protestar contra lo que tildaron de «golpe de Estado».

Las protestas, que se prolongaron por cinco días, fueron violentamente reprimidas por la policía, con saldo de dos muertos y más de un centenar de heridos.

La bancada del centrista Partido Morado de Sagasti fue la única que votó en bloque contra la destitución de Vizcarra, lo que allanó su camino a la cabeza del nuevo gobierno de transición, que debe dirigir el país hasta el 28 de julio de 2021.

Las elecciones presidenciales y legislativas están convocadas para el próximo 11 de abril.

Beneplácito de Vizcarra

La elección de Sagasti fue saludada el lunes por cientos de manifestantes reunidos afuera del edificio del Congreso y por transeúntes y automovilistas en toda Lima y otras ciudades.

«Él es una persona técnicamente preparada, cosa que no pasaba con el anterior usurpador. Me genera una tranquilidad, mas no estoy satisfecho aún porque todavía dentro del Parlamento existen diputados que deberían salir», dijo a la AFP Walter Núñez, actor y clown de 30 años.

«Todos los jóvenes sentimos que hemos hecho un pequeño logro, pero no es suficiente. Este presidente tiene que hacer algo para mantener la democracia, pero a partir de abril, de las elecciones, depende de nosotros», declaró por su parte Geraldine Aldave, diseñadora de modas de 22 años.

Sagasti dijo que las prioridades para su mandato de ocho meses son atender la pandemia del coronavirus (el país acumula 930.000 contagios y 35.000 muertos), la recesión económica, la lucha contra la corrupción y la inseguridad, además de conducir elecciones limpias.

Vizcarra saludó la elección de Sagasti tras haber denunciado la falta de «legalidad y legitimidad» de Merino.

Abandonado por el Congreso, Merino dimitió el domingo, cinco días después de haber asumido, acorralado por las multitudinarias protestas y las críticas a la represión.

«Cuando un peruano muere, y más aún si es joven, todo el Perú está de duelo. Y si muere defendiendo la democracia, al luto se suma la indignación», dijo Sagasti en un discurso.

«Mejorará la imagen»

La conducción del Congreso la asumirá la izquierdista Mirtha Vásquez, quien también votó contra la destitución de Vizcarra.

«Tener en el Congreso a una presidenta de izquierda mejorará la imagen», dijo el analista Álvarez Rodrich.

Sin embargo, es difícil augurar qué hará un Congreso fragmentado y dominado por cuatro partidos populistas durante el gobierno de Sagasti, tras los frecuentes choques con Vizcarra y con su antecesor Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).

Agencia

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