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EEUU teme que Maduro ordenó arresto de estadounidenses para presionar liberación de Alex Saab

A principios de marzo, después que altos funcionarios estadounidenses hicieran una rara visita a Caracas, el gobierno de Biden anunció un gran avance: dos estadounidenses detenidos en Venezuela fueron liberados y estaban rumbo a sus casa. Las conversaciones directas con el gobierno de Nicolás Maduro parecían estar dando frutos.

Pero los diplomáticos y funcionarios de inteligencia de Estados Unidos se alarmaron cuando se enteraron días después que las autoridades venezolanas habían detenido silenciosamente a dos estadounidenses más, lo que aparentemente reabasteció la reserva de prisioneros políticos de Maduro.

Las detenciones generaron temores dentro de la administración de Biden de que el gobierno de Maduro “está trabajando de manera más agresiva en aumentar su poder de negociación a través de un incremento de los estadounidenses detenidos”, dijo un alto funcionario estadounidense a McClatchy y al Miami Herald. En ese momento, los funcionarios de la Casa Blanca dijeron que simplemente habían recompensado a Maduro con una reunión en persona a cambio de la libertad de los dos estadounidenses.

Pero meses después Estados Unidos anunció un ligero alivio de las sanciones impuestas a la compañía estatal Petróleos de Venezuela, cuando altos funcionarios de Biden alentaron a Maduro y a la oposición democrática de Venezuela a reanudar las negociaciones en la Ciudad de México sobre el futuro político del país. Ahora, los funcionarios estadounidenses están divididos sobre cómo negociar la libertad de los estadounidenses que permanecen detenidos sin alentar a Maduro a aumentar la práctica.

ESTRATEGIA DE MADURO

Altos funcionarios de la oposición venezolana temen que Maduro haya adoptado una estrategia de arrestar a estadounidenses y acusarlos de espionaje en un intento de coaccionar al presidente Joe Biden para que libere a Alex Saab, un socio cercano de Maduro encarcelado en Miami que enfrenta delitos federales.

La impresión general es que “ha surgido un nuevo modus operandi, en el que los estadounidenses están siendo capturados en eventos que no están ocurriendo de la manera que dice el gobierno”, dijo un alto funcionario de la oposición bajo condición de anonimato. “Tenemos informes de algunas de estas detenciones que tienen lugar dentro de Colombia, cerca de la frontera o en las islas cercanas del Caribe”.

Los funcionarios estadounidenses se han estado reuniendo con los líderes del gobierno en Caracas desde marzo, con la esperanza, entre otras cosas, de liberar a los estadounidenses detenidos y persuadir a Maduro para que participe en un proceso de diálogo con la oposición en México. Estados Unidos procedería a levantar las sanciones impuestas al entorno de Maduro de producirse un progreso significativo en la mesa de negociaciones, dicen funcionarios estadounidenses.

Pero el enfoque se ha desplazado hacia la liberación de los estadounidenses, mientras que Maduro obstruye los esfuerzos para participar en las conversaciones de México, dijeron los líderes de la oposición al Herald. Dos altos funcionarios estadounidenses viajaron a Caracas a fines de junio con la esperanza de asegurar la libertad de Matthew Heath, un ex infante de marina estadounidense que recientemente había intentado suicidarse en una prisión venezolana.

Los venezolanos negaron las solicitudes para dejarlo bajo la custodia de Estados Unidos para recibir tratamiento de emergencia. Antonio De La Cruz, analista cercano a la oposición venezolana, dijo que Maduro se está aprovechando del interés del gobierno de Estados Unidos por proteger a sus ciudadanos en el exterior para tratar de conseguir la liberación de Saab.

“Maduro, al comprender que Estados Unidos intentará proteger a sus ciudadanos en cualquier parte del mundo, parece haber decidido usar esto para aumentar su influencia en su búsqueda por recuperar a Alex Saab. Así que parece haber establecido un plan de acción para capturar estadounidenses y mantenerlos como rehenes acusándolos de espionaje”, dijo De La Cruz, asociado principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un grupo de expertos con sede en Washington. Los cargos de espionaje son clave para lograr el intercambio, dijo De La Cruz.

Conseguir la liberación de Saab, agregó, es una de las principales prioridades de Maduro en sus conversaciones con la administración de Biden, dado el amplio conocimiento que tiene el empresario colombiano de los tratos ilícitos del gobierno. La semana pasada, los rumores de que los funcionarios estadounidenses estaban explorando la posibilidad de ceder a esta demanda estallaron en las redes sociales después de que el ex secretario adjunto del Tesoro, Marshall Billingslea, advirtiera en contra de hacer eso en Twitter.

“Circulan rumores creíbles de que la Casa Blanca quiere cambiar a Alex Saab a Venezuela. Al reconocer su falso reclamo de ser diplomático, sabotearían el caso judicial en su contra”, dijo Billingslea, quien mientras estuvo en el cargo fue uno de los principales arquitectos de las sanciones de Estados Unidos contra el gobierno de Caracas. “Tomó años construir el paquete de sanciones y la acusación, y asegurar el arresto y la extradición”, agregó. “Saab fue uno de los mejores recaudadores de Maduro.

Lo que es peor, hizo su dinero lucrándose con la hambruna del pueblo venezolano, saqueando el programa CLAP (alimentos subsidiados)”.

POCO ACCESO

Un portavoz del Departamento de Estado le dijo a McClatchy que el gobierno de Estados Unidos frecuentemente ha tenido “dificultades para obtener acceso” y “confirmar informes sobre” ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela.

“Hacemos todo lo posible para brindar la asistencia adecuada”, dijo el funcionario. “Seguiremos trabajando con la comunidad internacional para presionar por avances concretos en áreas fundamentales, incluida la liberación incondicional de todos los presos políticos, mayor acceso a la ayuda humanitaria, libertad de prensa y reunión pacífica, rehabilitación de partidos políticos y políticos para que los venezolanos pueden elegir a sus líderes por sí mismos, y el cese de los ataques contra la sociedad civil”.

La Associated Press informó la semana pasada que tres estadounidenses fueron encarcelados en Venezuela a principios de este año por supuestamente intentar ingresar ilegalmente al país y ahora enfrentan largas sentencias de prisión.

Dos de los hombres, un abogado de California y un programador de computadoras de Texas, fueron arrestados a finales de marzo. Las fuerzas de seguridad venezolanas arrestaron al abogado Eyvin Hernández, de 44 años, y al programador informático Jerrel Kenemore, de 52, en incidentes separados en el estado occidental de Táchira, según una persona familiarizada con las investigaciones de los arrestos.

La persona habló con la AP bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a discutir los casos públicamente. Hernández es de Los Ángeles. Kenemore es del área de Dallas, pero vive en Colombia desde 2019.

Un tercer estadounidense fue arrestado en enero, también por supuestamente ingresar ilegalmente al país a lo largo de su larga frontera con Colombia. La AP dijo que había decidido resguardar su identidad bajo pedido de su familia.

El Nuevo Herald

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