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La protección que salvó a Grosjean de la muerte en su F1

Este dispositivo de seguridad, formado por tres barras de titanio para proteger al piloto, es de uso obligatorio desde el 2018 en la F1.

Horas después de sufrir un grave accidente que pudo costarle la vida en el Gran Premio de Baréin, Romain Grosjean aseguró que «lo mejor» que la Fórmula Uno ha introducido es el Halo, un dispositivo que ayer le salvó y que el propio piloto cuestionó cuando se implantó hace dos años.

Elegido por la FIA como un dispositivo de seguridad obligatorio a partir de la temporada 2018, el Halo es un sistema de protección del habitáculo, formado por tres barras de titanio y diseñado para mejorar aun más la seguridad del piloto en caso de accidente y, en particular, para desviar de la cabeza los posibles objetos sueltos en la pista.

Para compensar su introducción, el peso mínimo total de los coches se aumentó en 6 kilos, hasta 734. La estimación sobre el impacto del dispositivo fue de hasta 14 kilos.

En julio de 2017 el Grupo Estratégico del Mundial de Fórmula Uno lo eligió como estructura de seguridad por delante del Escudo, que era la otra opción, para su utilización a partir del año siguiente.

A favor y en contra

Todos los equipos lo probaron previamente durante las sesiones libres del Mundial de 2016 y la decisión final de la FIA generó diferentes opiniones entre los propios pilotos.

El español Fernando Alonso, dos veces campeón del mundo que volverá el año que viene a la Fórmula Uno, fue uno de los defensores entonces de un sistema que ayer ha evitado otra fecha negra en el Mundial.

«Lo único que no nos podemos permitir es perder a un compañero, así que si el Halo puede evitar un accidente fatal, bienvenido es», dijo el asturiano, cuya opinión refrendaron el alemán Sebastian Vettel, cuando lideraba el Mundial de 2017 (Ferrari), y el madrileño Carlos Sainz.

Para Vettel «no debería haber ninguna duda, teniendo en cuenta la protección que va a dar». «Si hay algo que puede ayudarnos en escenarios de este tipo, sería tonto ignorarlo», dijo, mientras Sainz ya auguró que dentro de pocos años ya no se debatirá acerca de su estética.

También el mexicano Sergio Pérez y el sueco Marcus Ericsson (Sauber) defendieron que «la seguridad debería ser lo primero».

Voces en contra

Entre las voces en contra del sistema se alzaron las del alemán Nico Hülkenberg, la del holandés Max Verstappen el danés Kevin Magnussen.

«Nunca ha tenido mi apoyo, porque no me gusta ni estoy seguro de que esta protección adicional sea necesaria», comentó el primero, mientras el segundo se preguntó por la necesidad de introducirlo.

En su opinión, «desde la introducción del coche de seguridad virtual se han reducido muchos de los riesgos que había con bandera amarilla», apuntó.

«¡A ochenta kilómetros por hora la Fórmula Uno también sería más segura!. El riesgo es lo que hace atractivo», apuntó Magnussen meses antes de su uso obligatorio.

También el austríaco Niki Lauda, tres veces campeón del mundo y víctima de un grave accidente que le causó importantes quemaduras en Nurburgring en 1976 rechazó la utilización del sistema.

«El Halo destruye el ADN de un Fórmula Uno. Hay una solución mejor, al cien por cien. Creo que en una situación así se debería tomar una decisión acertada. Y el Halo no lo es», afirmó Lauda cuando la FIA tomó su decisión.

«El Halo es lo mejor»

Las llamas del coche de Grosjean ayer en Baréin recordaron el accidente de Lauda pero el sistema de protección actual evitó mayores daños al francés, que horas después y desde un hospital admitió que «hace años no estaba a favor del Halo, pero es lo mejor que hemos introducido en la F1».

«Sin él hoy no podría hablar con vosotros», aseguró desde el hospital, con aparatosos vendajes en sus manos, en un mensaje difundido por la F1 horas después de conseguir salir de su coche partido por la mitad y entre llamas en la pista de Baréin.

Agencia

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