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Migrante venezolano fue brutalmente golpeado mientras trabajaba en Argentina (Video)

Un joven de 21 años de edad, que trabaja como cajero en el supermercado Día de Morón, Argentina, fue brutalmente golpeado por un sujeto que hasta ahora no se ha conocido su identificación.

Keiber Chacón narra que el sábado en la tarde mientras hacía sus labores como cajero, llegó una señora con mal genio y que se quejó por los precios, «le expliqué que ahí tenía un número de teléfono al cual podría comunicarse y quejarse, ella entendió ‘calláte’ y me empezó a tratar mal que no la tenía porque mandar a callar, le expliqué que no era así, me escrachó y se fue».

Cuenta Chacón que como a los 10 minutos mientras estaba cobrando, sólo sintió un primer golpe en el rostro, «me dejó inconsciente porque además me dio en el cachete donde tengo un tumor benigno que me salió luego de otra golpiza que recibí en 2017 por los colectivos en Venezuela».

En el video se observa cómo el hombre golpea por al menos 20 segundos sin piedad al joven a quien no le dio ni tiempo de reaccionar. Los presentes en el lugar se inmutaron ante la situación hasta que finalmente logran separarlo, el sujeto se va y el muchacho queda agachado aguantando el dolor.

Posteriormente, fue llevado al sanatorio Trinidad de San Isidro, donde estuvo hasta hoy que lo dieron de alta en horas de la tarde, sin embargo, deben hacerle una cirugía de emergencia para colocarle injerto de otra parte del cuerpo.

En los próximos días, el joven víctima pondrá la denuncia ante los organismos pertinentes, aunque aún el victimario no está identificado.

Así quedó Keiber Chacón, de 21 años de edad, luego de la golpiza que recibió y que le afectó el tumor que tiene

Huyó de Venezuela por las golpizas

Keiber Chacón huyo de su Táriba natal, en el estado Táchira porque en el año 2017, en medio de las manifestaciones antigubernamentales, un grupo de colectivos armados identificados con el régimen, llegó hasta su casa, la cual desvalijaron y lo golpearon a él y su familia.

«A todos los encañonaron. A mí me sacaron para que dijera donde vivía el concejal del barrio que es opositor porque lo querían matar», explica el joven, quien asegura que no participó en las manifestaciones para no causarle molestias a su mamá y más porque «las protestas se generaban en la autopista que queda al lado de mi casa».

«Tuve que salir de urgencia porque me amenazaron sin razón, ellos pretendía que yo les informara quiénes eran los manifestantes del barrio».

Explica que estuvo cuatro días sin conciliar el sueño, «en ese momento quería irme a Cúcuta pero por el tema de la frontera no podía, ya que en ese momento si veían a algún joven así golpeado creían que era manifestante y le iba peor. Así que tuve que esperar a que uno de mis hermanastros me llevara a la frontera en su auto y poder pasar tranquilo», para ese momento, recién había egresado como bachiller y esperaba para iniciar sus estudios universitarios.

Estando en Colombia «tuve que rebuscarme de lo que saliera: vendiendo helados en la calle, construcción, lavar autos, haciendo domicilios a pié o cualquier otra cosa para poder comer y sustentarme», en todo eso pasó un año, así que decidió emprender camino hacia Argentina donde también llegó por tierra.

«Aún estando en Colombia me sentía amenazado, además tampoco había oportunidad a pesar de tener papeles colombianos y Argentina fue el único país factible que no exigía mucho requisitos para ingresar».

Recién llegado al país sureño consiguió trabajo en la empresa Día, aunque en otras sucursales donde no tenía buen sueldo hasta hace dos meses que ingresó a la sucursal de Morón, donde ocurrió el hecho y está mucho mejor.

Aquí vive solo y aspira tener un mejor trabajo para poder ayudar a su familia que aún se mantiene en Venezuela.

Agencia

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